Jueves 14 de noviembre de 2024

El Card. Parolin reiteró desde Asís que 'la guerra no beneficia a nadie'

  • 13 de agosto, 2024
  • Asis (Italia) (AICA)
El secretario de Estado del Vaticano se refirió a la ofensiva ucraniana en Kursk: "Se trata de una evolución preocupante, ya que la paz corre peligro de alejarse".
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"Desde Asís, con motivo de esta fiesta, quiero lanzar una fuerte oración y un llamamiento por la paz en todo el mundo. Como reiteró varias veces el Santo Padre, la guerra es una derrota para todos y no aporta ningún beneficio a nadie": así lo afirmó el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, en Asís, donde en el domingo 11 de agosto presidió la solemne concelebración de la fiesta de Santa Clara, en la basílica dedicada a ella.

El cardenal Parolin, que recientemente regresó de una misión en Ucrania que lo llevó a Kiev, Odessa y Lviv, respondió a las preguntas de algunos periodistas locales, al margen de la celebración, incluida una sobre la ofensiva lanzada por Ucrania en la región rusa de Kursk.

"Se trata de acontecimientos muy preocupantes -afirmó el purpurado-, porque significan la apertura de nuevos frentes. En este sentido, las posibilidades de paz se vuelven cada vez más lejanas".

Amor en un mundo sediento de amor
En su homilía el secretario de Estado de la Santa Sede también se refirió a la guerra y reiteró su llamamiento por la paz mundial. Al agradecer al obispo de Asís, monseñor Domenico Sorrentino, a las clarisas, a los franciscanos, a los religiosos y religiosas, a las máximas autoridades civiles y militares y a los fieles presentes en la celebración, Parolin quiso subrayar la necesidad de amar "en un mundo cada vez más pobre en amor y, al mismo tiempo, cada vez más sediento de amor".

Siempre sobre el concepto de amor, el cardenal subrayó la elección radical de Clara por la pobreza, "que se presenta como un ejemplo de vida en nuestra sociedad, marcada por el consumismo, es decir, por la búsqueda desenfrenada de satisfacer las necesidades inducidas por la presión de la publicidad y por fenómenos de imitación social, con el inevitable despilfarro económico, la contaminación y el hedonismo, que considera el placer como bien supremo del hombre y fin exclusivo de la vida".

Al reunirse con los periodistas antes del inicio de la celebración, Parolin reiteró la necesidad de "despojarse, como lo hicieron Clara y Francisco: y no tanto de los bienes materiales, sino del egoísmo, de las propias posiciones y pretensiones para abrirse a otros con una actitud fraterna y pacífica".+