El arzobispo de Tucumán repudia el crimen de una niña y la "justicia por mano propia"
- 26 de octubre, 2020
- San Miguel de Tucumán (AICA)
"Tanta violencia es manifestación de impotencia ante situaciones donde el Estado y la justicia no estuvieron a la altura de los hechos para resolverlos con prontitud", expresó monseñor Carlos Sánchez
El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, junto al Equipo de Pastoral Social, expresó su acompañamiento en el dolor de la familia de la niña de 9 años violada y asesinada, y manifestó su conmoción por la forma violenta de los vecinos de hacer “justicia por mano propia”.
“Tanta violencia es manifestación de impotencia ante muchas situaciones donde el Estado y la justicia no estuvieron a la altura de los hechos para resolverlos con prontitud. Son formas de violencia también el silencio, el abandono y la complicidad", aseveró.
Asimismo, solicitó que los responsables de conducir los destinos de la provincia asuman un compromiso ante la situación de inseguridad en Tucumán.
"Pedimos a las autoridades de los tres poderes del Estado que trabajen para resolver con lucidez, responsabilidad y acciones concretas el problema de la inseguridad, la violencia, la impunidad y la injusticia", sostuvo.
Monseñor Sánchez también llamó a la sociedad “a la paz, a la concordia” e instó a los políticos a que convoquen “al diálogo a las instituciones de nuestra sociedad para que a través de la escucha y expresión de ideas, podamos buscar salidas consensuadas para encontrar soluciones a corto y mediano plazo”.
Texto del comunicado
El arzobispo de Tucumán junto con el equipo de Pastoral Social acompañamos el dolor de la familia Riquel y vecinos de la niña asesinada con tanta violencia, así como tantos niños y ciudadanos de nuestra sociedad que sufren la muerte injustamente.
También asistimos conmovidos y consternados por la forma de realizar justicia en manos de la gente. Tanta violencia es manifestación de impotencia ante muchas situaciones donde el Estado y la Justicia no estuvieron a la altura de los hechos para resolverlos con prontitud. Son formas de violencia también el silencio, el abandono y la complicidad.
Pedimos a las autoridades en los tres poderes del Estado a resolver con lucidez, responsabilidad y con acciones concretas el problema de la inseguridad, la violencia, la impunidad y la injusticia que vienen acaeciendo en nuestra provincia.
A la sociedad toda hacemos un llamado a la paz y la concordia; a la responsabilidad de la participación ciudadana para buscar el bien común y la solidaridad.
A la Iglesia y a todos los creyentes los invitamos a brindar el testimonio de nuestra fe y esperanza para fortalecer el amor fraterno, todos hijos de Dios, mediante el servicio de la reconciliación, el perdón y la caridad fraterna. El perdón lleva a la paz.
Hacemos nuestras las palabras del papa Francisco cuando dice:
Cada violencia cometida contra un ser humano es una herida en la carne de la humanidad; cada muerte violenta nos disminuye como personas. […] La violencia engendra violencia, el odio engendra más odio, y la muerte más muerte. Tenemos que romper esa cadena que se presenta como ineludible [Fratelli Tutti 227].
Esta cadena de violencia se rompe con la verdad, la justicia y la fuerza del amor fraterno, asumido y ejercido por todos, cada uno desde su realidad y responsabilidad.
Solicitamos a las autoridades actuales a convocar al diálogo de las instituciones de nuestra sociedad, para que a través de la escucha y expresión de ideas, podamos buscar salidas consensuadas para encontrar soluciones a corto y mediano plazo. Nos ponemos a su disposición para buscar el mejor camino para nuestra sociedad.
Que Jesús nos llene de su paz y la Virgen de la Merced nos proteja con su ternura maternal.+