Dios trinitario, el modelo perfecto para vivir en armonía y en paz
- 10 de junio, 2020
- Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
"El Dios trinitario es el modelo perfecto de toda vida vincular plena en el equilibrio de unidad y diversidad que nos da las fuerzas para vivir en armonía y en paz"
En el domingo de la Santísima Trinidad, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, reflexionó con sus habituales tres puntitos. En esta oportunidad, propuso tres parejas de palabras: “vivenciar-testimoniar”, “Dios-amor” y “unidad-diversidad”.
Vivenciar y testimoniar nuestra fe trinitaria
“Somos bautizados en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Somos bendecidos por el ministro ordenado en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”, comenzó recordando el obispo. Por eso, “la trinidad está presente en nuestra vida”, y la definió como un “verdadero misterio”, que recordamos con la Señal de la Cruz. Esta señal, que a veces es “automática”, debemos “vivenciarla”, es decir, “tener presente que es también hacia los demás un verdadero testimonio de nuestra fe”, dijo monseñor Mestre.
Creemos en el Dios Amor
En segundo lugar, hizo referencia a las lecturas que describen al “Dios trinitario”, un Dios que “podemos sintetizar en la palabra amor del Evangelio del domingo: ‘¡Dios amó tanto al mundo!’”. Este amor es “extremo” y “exagerado”, es un amor “que se expresa de diversas maneras desde siempre”. Las características de Dios que aparecen en las lecturas son: “compasivo, bondadoso, amigo; el Bendito; el Dios de la paz; el Dios que es amor, el Dios que salva”. “¡Qué bueno tener presente estas siete características y preguntarnos si realmente así lo vivimos y experimentamos como creyentes!”, exclamó monseñor Mestre, y mencionó que al celebrar la Santísima Trinidad “debemos preguntarnos con sinceridad en qué Dios creemos”.
Equilibrio entre unidad y diversidad desde nuestra fe trinitaria
Monseñor Mestre explicó que “la Trinidad expresa el perfecto equilibro entre unidad y diversidad. Tres personas divinas diferentes en constante diálogo y un único Dios”. Esta perfección del misterio de Dios “está llamada a representarse en nuestra vida relacional y vincular en sus diversos niveles. Saber que somos distintos pero que estamos llamados a la unidad”, agregó. En este sentido, sostuvo que debemos “vivir la comunión pero aceptando que somos diversos”. El obispo marplatense advirtió sobre confundir la unidad con el “uniformismo”, es decir, “que todo debe ser obsesivamente de una única forma”, lo cual “daña mucho la libertad y el crecimiento de las personas enfermando los vínculos”. Por eso, concluyó: “El Dios trinitario, es el modelo perfecto de toda vida vincular plena en el equilibrio de unidad y diversidad que nos da las fuerzas para vivir en armonía y en paz”.+