Día Mundial del Refugiado: "Hagamos nuestras sus tristezas y sus alegrías"
- 20 de junio, 2021
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Al celebrarse el Día Mundial del Refugiado, promovido por la ONU, el Papa llamó a rezar por esta realidad y aprender de la resiliencia de quienes huyen de la guerra, la violencia y la pobreza.
Al concluir la oración mariana del Ángelus, el papa Francisco rezó por el Día Mundial del Refugiado, invitando a "abrir el corazón" a las personas que huyen de la guerra, la violencia y la pobreza. “Aprendamos de su resiliencia”, dijo.
Promovido por las Naciones Unidas, el tema de la jornada es: "Juntos podemos marcar la diferencia". Francisco pidió un esfuerzo conjunto de todos para hacer frente a esta emergencia humana, “así, todos juntos haremos crecer una comunidad más humana, una única gran familia”, manifestó.
El drama de los refugiados es cada vez mayor. Hace dos días, el informe publicado en Ginebra por el Acnur (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), difundiendo datos de Global Trends, afirmaba que en 2020, a pesar de la pandemia, el número de personas que huyen de la guerra, la violencia, la persecución y las violaciones de los derechos humanos ha aumentado a casi 82,4 millones, mientras que 48 millones son desplazados internos dentro de sus propios países.
Asimismo, el Pontífice se unió al llamamiento de los obispos de Myanmar que, tras el golpe de Estado del pasado 1° de febrero, está a un paso de la carestía y con los lugares de culto bajo ataque.
El Papa habló de una "experiencia desgarradora" para la población, desplazada y atemorizada del país asiático. Y reiteró su apoyo a los obispos locales que el 11 de junio pasado, pidieron la protección de los corredores humanitarios en las zonas de conflicto, el respeto del carácter sagrado de los lugares de culto y salvaguardar la seguridad de los civiles, especialmente de los ancianos y los niños.
“Uno mi voz a la de los obispos de Myanmar, que la semana pasada lanzaron un llamamiento llamando la atención del mundo entero sobre la desgarradora experiencia de miles de personas desplazadas y que están muriendo de hambre en ese país”, indicó el Papa.
En este sentido, Francisco recordó la importancia de “respetar los lugares de culto”, citando a los prelados de la Conferencia Episcopal de Myanmar, encabezada por el cardenal Charles Bo, quienes expresaron: “Suplicamos con toda amabilidad, que se permitan corredores humanitarios y que se respeten las iglesias, pagodas, monasterios, mezquitas, templos, así como escuelas y hospitales como lugares neutrales de refugio".
“Que el corazón de Cristo toque los corazones de todos, llevando la paz a Myanmar”, concluyó.+