Martes 24 de diciembre de 2024

Día de la Virgen de Guadalupe: la Iglesia le pide una tregua al crimen organizado

  • 11 de diciembre, 2024
  • Ciudad de México (AICA)
La Iglesia en México exhorta, además, a los actores políticos a que dejen de lado sus pronunciamientos hostiles y polarizantes, para que el 12 de diciembre sea una jornada de respeto y de diálogo.
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La arquidiócesis primada de México hizo una llamado para que los grupos delictivos y el crimen organizado fijen una tregua a nivel nacional, para que el próximo 12 de diciembre sea una jornada nacional de paz, por las celebraciones de la Virgen de Guadalupe.

En el editorial publicado en el semanario Desde la Fe, titulado "12 de diciembre: No más muertos", la Iglesia reconoce que, actualmente, el país atraviesa una situación difícil y delicada en materia de seguridad pública, por la tristeza y el dolor que dejó el paso de la violencia, que se cobró miles de muertes.

"Ante esta realidad, desde la arquidiócesis primada surgió un llamado, dirigido especialmente a las organizaciones delictivas y grupos criminales, para que el 12 de diciembre, día en que celebramos a nuestra Madre, la Virgen de Guadalupe, se establezca una tregua nacional de paz".

"Cada 12 de diciembre, millones de corazones se unen para rendir homenaje a la Virgen de Guadalupe, quien nos recuerda que no estamos solos, y que su mensaje incluyente y reconciliador de amor, misericordia y compasión está destinado a todos, sin excepción, y nos invita a abrazar la paz como el camino para alcanzar la felicidad", se lee en la publicación.

"Nuestro país vive una situación difícil y delicada en materia de seguridad pública que, además del elevado número de muertos, ha dejado una profunda tristeza y dolor en muchas familias.

La arquidiócesis anhela "que el mensaje de la Guadalupana motive para que el próximo 12 de diciembre sea la fecha en que se silencien las armas, porque los grupos delictivos y el crimen organizado aceptaron esta tregua nacional de paz", y añade: "Que sea el comienzo de un período en el que prevalezca el respeto, el diálogo, en el que también los grupos políticos abandonen la comunicación hostil y polarizante, y recuperemos el inmenso valor que tiene la dignidad humana, que actualmente se ha degradado tanto".

Y destacan: "Si demostramos que podemos hacer esta tregua efectiva durante un día, ¿por qué no soñar con una paz sólida y duradera?".


El editorial del semanario arquidiocesano concluye expresando que, "en este tiempo de Adviento, nos preparamos para celebrar el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, que nos recuerda que su llegada al mundo es el mayor ejemplo de amor y paz, una oportunidad para hacer un compromiso para dar un paso unidos hacia la reconciliación".

"Oramos a Santa María de Guadalupe y al Niño Jesús que está por nacer, para que en esta Navidad cada familia pueda sentarse junta a la mesa, sin la sombra del luto causado por la violencia. Que esta tregua sea nuestro regalo a la Virgen de Guadalupe y al Niño Jesús, y que perdure como el compromiso de un pueblo que busca sanar sus heridas y construir un camino nuevo", concluye el texto.

La Iglesia, como mediadora en conflictos del crimen organizado en Guerrero
Hay antecedentes del papel que juega la Iglesia para concretar una tregua en los conflictos de los grupos delictivos. A principio de este año, la Iglesia logró mediar en un conflicto entre dos grupos antagonistas, que habían desatado una ola de violencia en Chilpancingo, Guerrero, lo cual atemorizaba a los pobladores, y ante la inacción de las autoridades, se pactó una tregua.

Durante al menos dos semanas, la tregua entre La Familia Michoacana, Los Tlacos y Los Ardillos tuvo buenos resultados, pues no hubo registro de personas asesinadas en la capital de Guerrero.

Los obispos de cuatro diócesis -Acapulco, Chilpancingo, Ciudad Altamirano y Tlapa- se encargaron de buscar por su cuenta a los líderes de la organizaciones criminales, para entablar un diálogo y que se les planteara la propuesta de que hubiera una tregua, según lo dio a conocer en su momento el obispo de Chilpancingo, monseñor José de Jesús González Hernández.+