Corrientes: la Mesa Interreligiosa invita a una oración común por la Patria
- 9 de julio, 2024
- Corrientes (AICA)
"En tiempos difíciles, ayúdanos a no bajar los brazos", piden, en el mensaje por el 9 de Julio que comparten con la comunidad, el rabino Marcelo Wajcer, el pastor Sergio Díaz y Mons. Andrés Stanovnik.
En el marco del 208° aniversario de la Declaración de la Independencia, la Mesa Interreligiosa de Corrientes, integrada por el rabino Marcelo Wajcer, el pastor Sergio Díaz y el arzobispo local, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, invitan a compartir una "Oración por la Nación Argentina".
"Se trata de una oración para todos los hombres y mujeres de buena voluntad que deseen encomendar a nuestro país y su pueblo a Dios, fuente y origen de todo bien", explican en la convocatoria.
Los representantes católico, evangélico y judío compartieron el texto de la oración:
Dios nuestro, origen de todo bien, belleza y bondad, Padre Todopoderoso y Eterno, acudimos a Ti en este día, 9 de julio, para hacer memoria del acontecimiento tan significativo de nuestra Independencia, realizada ya hace 208 años en la Provincia de Tucumán cuando ese día, representantes llegaron de casi todas las provincias, con un único deseo: de unirse para siempre, como una Nación libre y soberana, soñando una Patria de hermanos.
Reconocemos Señor, que hacer memoria, hace más fuertes a los Pueblos, y que sin memoria, perdemos nuestras raíces, es decir el origen, sin él nuestra vida diaria se desorienta y los proyectos pierden sustentabilidad y eficacia, porque para nosotros el pasado no es simple historia que se recuerda, sino fundamentalmente, espíritu y vida que se lleva en la sangre haciendo que la realidad pueda ser transformada, para así dar pasos cada día, hacia nuevos horizontes fecundos que ayudan a crecer y madurar como Nación.
En este día te rogamos por toda la Argentina, danos tu Luz y sabiduría, para vivir con entereza y valentía los desafíos presentes; alienta nuestros buenos deseos, para asumirlos con responsabilidad, rechazando todo mal, y pudiendo renovar entre todos, la nación que vamos construyendo cada día, con la alegría de sabernos pueblo argentino.
Danos la capacidad para que juntos podamos devolver el bienestar a la gente, en la salud, en la familia, en el trabajo y la educación. Libéranos del miedo y la desesperación, que no se apague la alegría de vivir, ni cedamos ante la falta de respeto o la violencia. Con tu manera de ser Señor, trabajemos unidos, sin excluir a nadie, siendo humildes y compadeciéndonos de los que menos tienen. Ahuyenta todo individualismo que nos anestesia haciéndonos egoístas e incapaces de atender a los clamores de los olvidados.
No te olvides de esa alma tan argentina que es la solidaridad, fortalece la fragilidad que a veces tienen nuestros vínculos especialmente en nuestras familias, que sanemos las heridas y no dejemos de construir puentes de ternura y amor, que nos ayuden a no perder el sentido de nuestra existencia, fundamentalmente la fe religiosa.
Gracias Dios nuestro por tantas mujeres y hombres, niños, jóvenes y ancianos, que día a día se esfuerzan y dan su tiempo con alegría y con amor por el bienestar y prosperidad de nuestra Nación.
En estos tiempos difíciles ayúdanos a no bajar los brazos.
Que no escapemos del compromiso por los demás obsesionándonos con nuestro tiempo personal, sino reconociendo que la cercanía hacia el otro es lo que más ayuda a madurar a la persona humana.
Los que firmaron aquella Acta de la Independencia Argentina, habían llegado a Tucumán desde las futuras provincias, para participar de un momento inolvidable y pactar y sellar para siempre un compromiso de unidad, con el sueño de un país nuevo, sin esclavitudes.
Señor, Tú siempre haces brotar algo nuevo, por eso hoy nosotros queremos suplicarte que nos entregues el heroísmo para vivir con sencillez y humildad cada día, encontrándonos con los demás como un solo Pueblo, que quiere vivir con trabajo, techo y pan, en esta tierra, Argentina.+