Jueves 14 de noviembre de 2024

Clausurada la fase diocesana de la Causa de beatificación del padre Mario Pantaleo

  • 20 de junio, 2024
  • Buenos Aires (AICA)
El arzobispo de Buenos Aires, Mons. García Cuerva, presidió el acto en la catedral metropolitana. Los documentos serán enviados al Dicasterio de las Causas de los Santos para ulteriores estudios.
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Tras un largo proceso de trabajo, la catedral de Buenos Aires acogió este miércoles 19 de junio la clausura de la fase arquidiocesana del proceso de beatificación del padre Mario Pantaleo.

Cientos de personas acompañaron con emoción la sesión solemne de clausura. Al finalizar, se celebró una misa en acción de gracias por los trabajos y los frutos de estos últimos años.

El acto fue presidido por el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, monseñor JorgeGarcía Cuerva, asistido por el notario eclesiástico del arzobispado porteño, presbítero Lic. José María Zivano y la canciller del arzobispado, María del Pilar Olveira Brun.

Asistieron el Instructor Delegado, presbítero Luis Carballo y el Promotor de Justicia, presbítero Gabriel Favero; la Notaria de la Causa, Hermana Isabel Fernández y el Postulador de la Causa, Dr. Fray Ricardo Daniel Medina OAR.

Durante la sesión, se procedió a cerrar, sellar y lacrar las cajas con la documentación recogida, que será entregada al Dicasterio para las Causas de los Santos en la Santa Sede, donde proseguirá el estudio y la evaluación de cuanto se ha recogido.

En su alocución, el postulador relató que "Pantaleo fue un sacerdote ejemplar de vida pobre, dedicada a los más necesitados y particularmente a los enfermos. Todo su actuar fue un acto de amor a Jesucristo. Bien podría afirmarse que el Padre Mario descubrió el llamado en Cristo a través de los pobres, a presentarles en su voz, en sus causas, pero también a ser su amigo a escucharlos e interpretarlos".

"Al estudiar la vida del Padre Pantaleo puede afirmarse que imitó a Jesucristo y que entregó lo mejor de sí mismo practicando la fe, la esperanza y la caridad, virtudes que van íntimamente unidas", planteó, y añadió: "El Padre Mario en nuestro entender y por supuesto dejando el juicio definitivo de la Iglesia, vivió de un modo heroico estas virtudes pues hizo de su vida ordinaria una vida virtuosa fruto de sus motivaciones".

Finalmente agradeció al arzobispo de Buenos Aires; a la Comisión Histórica, que preside la Lic. Geraldine Mackintosh; a la Asociación de Fieles que promueve la causa, presidida por la doctora Hermy Amilibia y Granson;  a la Fundación Presbítero Mario Pantaleo por continuar la obra del Padre Mario y por su apoyo constante a la causa, tanto en la persona del Dr. Carlos Garavelli, como del Dr. Gabriel Laurino; y a todos los miembros de la Fundación. Agradeció  también la presencia del señor vicario general de la diócesis de Gregorio de Laferrere, presbítero Víctor Centeno, párroco de donde se encuentra la capilla que fundó el Padre Mario.

Luego el arzobispo recibió el juramento de los miembros del Tribunal de Instrucción de la causa, integrado por el Delegado instructor, el postulador y la notaria, bajo la mirada del Notario General y la canciller del arzobispado.

A continuación, monseñor García Cuerva destacó tres características del padre Mario Pantaleo: "Me impactó cuando leí que no hablaba mal de nadie. Debería ser casi normal escuchar que un cristiano no habla mal de nadie. En épocas del terrorismo de la lengua, en épocas en que decimos cualquier cosa de los demás y que nos calumniamos, nos difamamos y destruimos la fraternidad con esa arma poderosa que tenemos entre los dientes, creo que evidentemente un rasgo de santidad es no hablar mal de los demás, saber callar a tiempo y saber que por sobre la verdad está la caridad y a veces por caridad hay que hacer silencio".

"Lo segundo que me llamaba la atención del padre Mario es que difícil se la hicieron los obispos, pero más allá de la dificultad su espíritu eclesial es decir no querer nunca sacar los pies del plato. Evidentemente el padre Mario tenía un gran corazón eclesial y por eso más allá de las dificultades que tuvo en algunos momentos siguió adelante con un espíritu obediente y con un espíritu de familia de Dios, de pueblo de Dios que es la Iglesia", consideró.

El tercer rasgo, señaló, es su "gran compromiso con los más pobres no solamente dando en términos asistencialistas sino promoviendo y ayudando a que los más pobres sean protagonistas de su vida".

Luego el arzobispo decretó la clausura del proceso: "En virtud de mi potestad declaro clausurado el proceso arquidiocesano de canonización del siervo de Dios José Mario Pantaleo" e impartió su bendición.

Padre Mario Pantaleo
El padre Mario nació el 1 de agosto de 1915 en Pistoia, Italia. Fue ordenado sacerdote el 3 de diciembre de 1944 en el seminario de Matera donde se celebró su primera misa.

En 1948 viajó a la Argentina ante el conocimiento de que el cardenal Antonio Caggiano, primer obispo de Rosario, había convocado sacerdotes para trabajar en su diócesis. Allí estuvo dedicado al trabajo con los enfermos como capellán de distintos hospitales. Entre los años 1957 y 1968 trabajó en la arquidiócesis de Buenos Aires como capellán de distintos hospitales.

De 1968 a 1991 dedicó su vida a la obra que perdura en González Catán, en ese momento diócesis de San Justo y hoy de Gregorio de Laferrere. Allí levantó la capilla Cristo Caminante y brindó diferentes servicios en sectores vulnerables de la sociedad como la infancia, los ancianos, los pobres brindando con ello la posibilidad de un presente y un futuro mejor mediante la educación, la capacitación laboral, la salud y el deporte.

La obra siguió creciendo y a la muerte del Padre Mario contaba con un Centro Maternal Infantil, el Jardín de Infantes Nuestra Señora del Hogar, la Escuela Primaria Nuestra Señora del Hogar y la Escuela Secundaria del mismo nombre, el Policlínico Cristo Caminante, una Escuela de Formación Laboral y el Centro de Día para Adultos Mayores Nuestra Señora del Hogar.+