Chile: la Iglesia celebró los 160 años de la evangelización de la Isla de Pascua

El obispo de Valparaíso presidió la solemne Eucaristía de acción de gracias que convocó a autoridades eclesiásticas y civiles, que acompañaron a la comunidad de Rapa Nui en esta ocasión tan especial.

La diócesis de Valparaíso celebró vivamente el 160° aniversario de la presencia católica en la Isla de Pascua, cuyo nombre original es Rapa Nui. El obispo de la diócesis, monseñor Jorge Vega SVD, hizo “memoria agradecida” de la llegada del primer misionero, en 1864, y animó la labor de la comunidad católica local, congregada en la parroquia de la Santa Cruz. La Isla es un territorio emplazado en medio del océano Pacífico, en el que habitan alrededor de ocho mil personas.

El primer misionero llegado a la isla fue un fraile francés de la Congregación de los Sagrados Corazones, Eugenio Eyraud, quien desembarcó allí en 1864 y, pese a la resistencia original de la población nativa, desarrolló una fecunda labor que se extiende hasta hoy.

Monseñor Vega presidió, el miércoles 3 de enero, la misa de acción de gracias por los 160 años del comienzo de la evangelización de Rapa Nui, un hito que convocó a distintas autoridades eclesiásticas, que arribaron a la isla con el fin de acompañar a la comunidad en esta ocasión tan especial.

Concelebraron con el obispo el nuncio apostólico, monseñor Alberto Ortega; el arzobispo emérito de Santiago, cardenal Celestino Aos; el obispo castrense, monseñor Pedro Ossandón; y el obispo de Villarrica, monseñor Francisco Stegmeier. También acompañaron la celebración el superior provincial de la Congregación Sagrados Corazones en Chile y Argentina, padre Sandro Mancilla, el párroco de Santa Cruz, Bernardo Astudillo, y los sacerdotes Winston Hardy, de la diócesis Valparaíso, Eric Hernout SSCC, archivista del Instituto de los Sagrados Corazones, y el sacerdote Franciscano Conventual de Rapa Nui, fray Francisco Nahoe.

Memoria agradecida
En su homilía, monseñor Jorge Vega expresó que, “para la diócesis de Valparaíso es una alegría y una bendición acompañar pastoralmente a Rapa Nui”. También, explicó que “hacer una memoria agradecida es darle gracias a Dios por los párrocos y hermanas que han pasado por aquí, y también por tantos catequistas que han contribuido en la evangelización de esta tierra”.

Asimismo, reflexionó acerca de los desafíos que tiene por delante: “este proceso de evangelización, que no terminó, al contrario. Sería bueno que, en un futuro cercano, la liturgia completa se pueda celebrar en lengua rapanui y también se pueda realizar una traducción de las Sagradas Escrituras en esa lengua”.

También oró el obispo para que “los jóvenes hijos de esta tierra se consagren al Señor, que es tarea de toda la comunidad trabajar para que en medio de ella salgan santas vocaciones”.

Un gesto muy significativo, que tuvo lugar durante la Eucaristía, fue cuando el padre Sandro Mancilla agradeció el gesto al padre Bernardo Astudillo de invitarlo a leer el Evangelio, tal como lo hizo un 3 de enero, hace 160 años, el hermano Eugenio Eyraud. 

Durante la Eucaristía, se entregaron presentes a distintos integrantes de la comunidad que durante el año prestan ayuda y apoyo a la parroquia, así como a representantes de instituciones, a las autoridades eclesiásticas y sacerdotes que acompañaron en la celebración.

Tras finalizar la misa, el nuncio apostólico bendijo el salón parroquial, para después pasar a compartir un curanto con toda la comunidad, acompañado de presentaciones artísticas a cargo de un grupo de baile local.

Previamente, la comitiva de autoridades eclesiásticas fue recibida por la Delegación Presidencial Provincial. Durante el encuentro, las autoridades conversaron sobre la historia, tradiciones y los desafíos actuales en Rapa Nui. 

Una semana de celebraciones
En el marco de la celebración de los 160 años de evangelización de Rapa Nui, se realizaron una serie de actos durante toda la semana, desde la llegada de la comitiva de obispos y autoridades al Aeropuerto Internacional Mataveri o Aeropuerto de Isla de Pascua, el 2 de enero.

Los sacerdotes y autoridades eclesiásticas fueron recibidos por autoridades de gobierno, política, Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad y Orden, y participaron de un momento de oración ante el Santísimo Sacramento, en la parroquia local. La oración estuvo a cargo del nuncio apostólico. Posteriormente, el obispo de Valparaíso rezó un responso en el espacio en donde se encuentran sepultados los primeros misioneros. En ese lugar, los visitantes dejaron los collares que les entregaron en el aeropuerto, respetando de esa manera una tradición de la isla, según la cual las personas que llegan para prestar un servicio a la Iglesia deben dejar sus collares a los primeros misioneros.

El sacerdote, historiador y archivista Eric Hernout SSCC, realizó una conferencia sobre la “Vida y obra del Hno. Eugenio Eyraud”, destacando su testimonio de vida, fe, esperanza y caridad. Su labor misionera -destacó el padre Hernout- llegó hasta el lecho de su muerte, cuando, “luego de preguntar si todos estaban bautizados, partió a la Casa del Padre en 1868, a los 48 años”.

Después de la conferencia, el cardenal Celestino Aós celebró una misa en el templo.

En su homilía, el arzobispo emérito de Santiago, reflexionó: "El misionero no solamente anuncia la verdad de Jesucristo, también ayuda a vivirla. Por eso sabe que el Evangelio es sacrificio, el Evangelio nos pone un espejo delante para que cambiemos nuestra vida. El Evangelio transforma porque Jesucristo transforma". Además, haciendo alusión al texto del Evangelio, se refirió a que todos los misioneros y sacerdotes alguna vez se encuentran con el cuestionamiento: “¿Quién es este?”, y el hermano Eugenio supo ver en la pregunta “¿Quiénes son estos Rapa Nui entre los que estamos?”, una identificación desde lo más hondo: la Cruz”, concluyó el purpurado chileno.+