Acción de gracias en Nueve de Julio por la beatificación de Eduardo Pironio
- 20 de diciembre, 2023
- Nueve de Julio (Buenos Aires) (AICA)
El cardenal Vérgez se refirió a la figura y testimonio del beato, poniendo de relieve los grandes rasgos de su santidad como cristiano y pastor; y el vínculo que lo unió siempre a su ciudad natal.
“El beato Eduardo Francisco Pironio nunca olvidó a Nueve de Julio, la amó entrañablemente y volvía siempre a ella con alegría” recordó el cardenal Fernando Vérgez Álzaga, quien fue secretario personal del purpurado argentino por más de veinte años y con quien visitó tantas veces esta ciudad bonaerense, al celebrar la misa en acción de gracias por la beatificación.
De la celebración, que tuvo lugar el domingo 17 de diciembre, participaron delegaciones de las comunidades de la diócesis, sacerdotes, diáconos, religiosas, seminaristas y fieles laicos de diferentes parroquias.
Estuvieron presentes dos sobrinos de Pironio, de nombre Miguel y Melita, junto a sus familias; y las dos religiosas que asistieron al beato en sus últimos días y que viajaron expresamente para esta ocasión.
Antes de la Eucaristía tuvo lugar la inauguración del Centro Pastoral Beato Pironio en las instalaciones ubicadas frente al santuario Nuestra Señora de Fátima, recientemente remodeladas y puestas en valor. Allí se leyó el decreto municipal por el cual se declaraba “Huésped ilustre” al cardenal Vérgez y se le entregó un presente por parte de la intendente municipal María José Gentile.
El obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi, explicó el sentido y cometido de tal centro y luego se procedió a la bendición, corte de cinta y visita al lugar.
Seguidamente el grupo fue en procesión hacia la casa natal del beato, a la que monseñor Torrado Mosconi se refirió como espacio para guardar y difundir la memoria de ese hijo dilecto de Nueve de Julio.
A continuación, el cardenal Vérgez bendijo un busto de Pironio y el cardenal Gregorio Rosa Chávez hizo lo propio con un cuadro del arzobispo salvadoreño mártir san Óscar Arnulfo Romero. Cabe destacar que Romero y Pironio fueron muy amigos, acompañándose mutuamente en momentos duros que les tocó vivir.
El cardenal Rosa Chávez fue secretario de monseñor Romero y testigo directo del vínculo que unía a estos dos pastores; por eso quiso estar en Nueve de Julio para esta ocasión.
Al llegar a la catedral Santo Domingo de Guzmán se descubrió una imagen del nuevo beato en medio de aplausos y repique de campanas. Luego tuvo lugar la misa presidida por el delegado papal, cardenal Vérgez Álzaga.
Concelebraron la Eucaristía monseñor Torrado Mosconi, el cardenal Rosa Chávez, el obispo emérito de la diócesis Martín de Elizalde OSB, el arzobispo de Bahía Blanca Carlos Azpiroz Costa OP, el obispo emérito de Concepción de Tucumán Armando José María Rossi OP y el obispo auxiliar de La Plata y secretario de la conferencia episcopal Alberto Bochatey OSA.
Partiendo de la liturgia y los textos bíblicos del día, el cardenal Vérgez se refirió a la figura y testimonio del beato Pironio poniendo de relieve los grandes rasgos de su santidad como cristiano y pastor, haciendo referencia al fuerte y cordial vínculo que lo unió siempre a su tierra natal.
En el templo catedralicio se conserva y está en uso, la pila bautismal -ubicada antes a la entrada de la iglesia- donde nació a la vida cristiana el ahora beato. Por esta razón, se realizó un especial rito de renovación de las promesas bautismales y aspersión, recordando que la vocación cristiana a la felicidad eterna y la historia de santidad comienzan, precisamente, al recibir el sacramento bautismal.
Hacia el final de la misa, se veneró la reliquia del beato mientras se cantaba el himno compuesto en su honor. Para finalizar, su sobrino Miguel junto a los obispos Torrado Mosconi y de Elizalde, descubrieron una placa conmemorativa de su bautismo junto a la pila bautismal.
Las celebraciones se prolongaron con una fiesta popular frente al templo catedralicio. Músicos y cantores de la ciudad y de la diócesis animaron el encuentro.+