El Papa rezó por la paz en Medio Oriente y Ucrania, condenando los bombardeos contra civiles, y recordó a las víctimas del Holocausto, afirmando que "el odio y la violencia nunca pueden justificarse".
Este domingo, Francisco reiteró su llamado a la paz en Ucrania y Medio Oriente, de modo tajante: La guerra es en sí misma "un crimen contra la humanidad", lamentó.
Francisco renovó sus oraciones por las personas que sufren los horrores de la guerra y rezó para que Dios siembre la semilla de la paz en los corazones de los líderes mundiales.
"Es una responsabilidad de todos trabajar por la paz", exhortó el Papa al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede. En su discurso reflexionó sobre los conflictos que asolan el mundo.