El Papa viajará a Dubái del 1º al 3 de diciembre, para participar en la COP28
- 2 de noviembre, 2023
- Ciudad del Vaticano (AICA)
En una larga entrevista concedida a la RAI, el Santo Padre abordó muchos temas y expresó su temor ante la "posibilidad" de que se desate una escalada mundial a partir del conflicto en Oriente Medio.
El Papa Francisco confirmó que viajará el próximo diciembre a Dubái para participar en la COP28, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, un tema que abordó en su encíclica Laudati si' (2015) y en su reciente segunda parte, Laudate deum. "Sí, iré a Dubai. Creo que iré del 1 al 3 de diciembre. Estaré allí tres días", confirmó el Santo Padre durante una larga entrevista con el director de Tg1, Gianmarco Chiocci, retransmitida la tarde del miércoles 1 de noviembre por la emisora italiana RaiUno.
“Recuerdo cuando fui a Estrasburgo, al Parlamento Europeo, y el presidente europeo y el presidente Hollande enviaron a la ministra de Medio Ambiente, Ségolene Royal, quien me dio la bienvenida y me preguntó: "¿Pero está preparando algo sobre el medio ambiente? Hagan esto antes de la reunión de París." Llamé a algunos científicos aquí, que se apresuraron, y salió Laudato si’, que salió antes de París. Y la reunión de París fue la más hermosa de todas. Después de París, todos han ido hacia atrás y se necesita coraje para seguir adelante", aseguró Francisco durante la entrevista.
Una “solución sabia” para frenar la guerra
El Santo Padre respondió a varias preguntas durante la entrevista de casi 40 minutos emitida por la televisión pública italiana y expresó su temor ante la "posibilidad" de que se desate una escalada mundial del conflicto en Oriente Medio e insistió en la "solución sabia" de los dos Estados entre Israel y Palestina.
"Sería el final de muchas cosas y muchas vidas. Yo pienso que la sabiduría humana detenga estas cosas. Sí, existe la posibilidad, ¿no?, A nosotros esta guerra nos toca por lo que Israel, Palestina, Tierra Santa y Jerusalén significan, pero también Ucrania porque está muy cerca". Pero hay muchas otras guerras que no nos afectan: Kivu; Yemen; Myanmar con los rohingya, que son mártires. El mundo está en guerra, pero la industria armamentística está detrás”.
En este sentido el pontífice propuso "la solución sabia" de los dos Estados "bien delimitados con Jerusalén con un estatus especial". "Siento que toda guerra es una derrota. No se resuelve nada con la guerra, todo se gana con la paz y el diálogo", lamentó, para después denunciar que "no se encuentra la capacidad de reflexionar con claridad", arremetiendo contra la industria de las armas.
Al recordar la oración por la paz de la semana pasada, el Papa Francisco reiteró que el mundo está pasando por una “hora muy oscura”. Y agregó: “Uno no encuentra la capacidad de reflexionar con claridad y en el momento más oscuro agregaré: una derrota más. Ha sido así desde la última guerra mundial, desde 1945 hasta ahora, una derrota tras otra, porque las guerras no han cesado. Pero el problema más grave sigue siendo la industria armamentista. Una persona que entiende de inversiones, a quien conocí en una reunión, me dijo que hoy las inversiones que más ingresos generan son las fábricas de armas”.
El Papa dijo que habla todos los días por teléfono con los religiosos que se encuentran en Gaza. “Llamo todos los días al vicario parroquial egipcio, el padre Yussuf, y me dice: 'En la parroquia tenemos 563 personas, todos cristianos y también algunos musulmanes. Niños enfermos atendidos por las monjas de la Madre Teresa. ¡En esta pequeña parroquia hay 563 personas! Cada día trato de acompañarlos. Por el momento, gracias a Dios, las fuerzas israelíes respetan esa parroquia”.
"Se necesita la paz"
Francisco recordó el estallido de la guerra en Siria al inicio de su pontificado y dijo que "no es bonito decirlo pero uno lamentablemente se acostumbra y no debemos acostumbrarnos". También denunció que "lamentablemente el antisemitismo sigue escondido" después del Holocausto y la II Guerra Mundial.
El Papa también recordó al "pueblo mártir" de Ucrania y las "persecuciones" que sufrió en tiempos del dictador soviético Stalin: "Ha sido un pueblo que sufre mucho y ahora cualquier cosa les hace revivir eso. Yo les comprendo", aseguró. Para después confesar, que entiende al presidente ucraniano, Volódimir Zelenski, en la defensa de la invasión rusa: "Le entiendo, pero se necesita la paz, deténganse un poco, alcancen un acuerdo de paz", instó.
El tema de la inmigración
También abordó el tema de la inmigración como "hijo de migrantes" italianos llegados a Argentina y dijo que la Unión Europea "tiene que ser solidaria" y no permitir que cinco países - España, Italia, Chipre, Malta y Gracia - "se hagan cargo de todos".
"Una persona me hizo ver que necesitamos inmigrantes porque no hacemos hijos, hay pueblos pequeños con 10 o 12 ancianos y necesitan personas que vayan a trabajar ahí", explicó, para luego pedir que se "reciba, acompaña e integre" a estas personas. "Una política migratoria tiene que ser constructiva por el bien del país. Y también paneuropea", sostuvo.
Sínodo y celibato
Para el Papa Francisco, el resultado del Sínodo sobre la sinodalidad fue “positivo”. “Hablamos de todo con total libertad”, dijo, “y esto es algo hermoso. Y se logró elaborar un documento final, que deberá ser estudiado en esta segunda parte para la próxima sesión de octubre: como el de la familia, también éste es un Sínodo en dos etapas. Creo que hemos llegado precisamente a ese ejercicio de sinodalidad que san Pablo VI había querido al final del Concilio porque se dio cuenta de que la Iglesia occidental había perdido la dimensión sinodal que la Iglesia oriental, en cambio, ha conservado. "
Respecto al tema de las parejas homosexuales, el Papa Francisco dijo: “Cuando digo 'todos, todos, todos', es el pueblo. La Iglesia recibe a las personas, a todos, y no pregunta cómo son. Luego, en su interior, cada uno crece y madura en su pertenencia cristiana. Es cierto que hoy en día está un poco de moda hablar de esto. La Iglesia recibe a todos. Otra cosa es cuando hay organizaciones que quieren entrar. El principio es este: la Iglesia recibe a todos los que pueden ser bautizados. Las organizaciones no pueden ser bautizadas. La gente, sí”.
Abusos dentro y fuera de la Iglesia
En la entrevista, el pontífice explicó que continúa la obra de Benedicto XVI. “Se hizo mucha 'limpieza'. Se referían a todos los casos de abuso e incluso algunos de la Curia fueron expulsados. El Papa Ratzinger fue valiente en esto. Tomó el problema en sus propias manos, dio muchos pasos y luego lo entregó para terminar. Esto continúa. No se debe tolerar el abuso, ya sea de conciencia, sexual o de cualquier otra índole. Es contrario al Evangelio; el Evangelio es servicio, no abuso, y vemos muchos episcopados que han hecho un buen trabajo para estudiar el abuso sexual, pero también otros tipos de abuso”.
El Papa reconoció que, aunque la Iglesia ha hecho mucho en la lucha contra la pedofilia, “aún queda mucho por hacer”.
El lugar de las mujeres en la Iglesia
También abogó por seguir incluyendo a las mujeres "en el trabajo normal de la Iglesia" aunque aclarando que, la cuestión de unas eventuales ordenaciones, implican "un problema teológico y ministerial". Sobre el celibato en la Iglesia católica occidental "es una ley que se puede quitar, no hay problema, pero -puntualizó- no creo que ayude".
Además, consideró que todavía "hay cosas por hacer" en la lucha contra la pederastia en la Iglesia: "No debemos detenernos", dijo.
"La Iglesia tiene que crecer"
Asimismo, Francisco rechazó los calificativos de si es de derechas o de izquierdas por "no ser reales" y reivindicó que "las verdaderas calificaciones son si eres coherente o no, si lo que propones es coherente con las raíces o cosas extrañas". En este sentido recordó que a san Pablo VI, encargado de cerrar el revolucionario Concilio Vaticano II en 1965, "le dijeron de todo porque fue un innovador" y sin tener "nada de izquierdoso ni de comunista".
Sobre la Iglesia que dejará, Francisco, centro de críticas de los sectores más conservadores, dijo que "siempre hay la melancolía del pasado" por parte de "quienes quieren volver atrás y no aceptan que la iglesia siga adelante y esté en camino". "La Iglesia tiene que crecer", sostuvo
La salud del Santo Padre
En otro orden de cosas, Bergoglio también habló de la novia que tuvo en su juventud, "una chica muy buena" que trabajaba en un cine y a la que luego vio en una parroquia con marido e hijos cuando él era arzobispo de Buenos Aires. También refirió que nunca sintió perder la fe, pero sí "no sentirla y caminar senderos oscuros". En cuanto a su salud, respondió, irónicamente: "Aún vivo", después de sus operaciones de rodilla y de colon. "Ahora estoy muy bien, puedo comer todo", aclaró.
¿Messi o Maradona?
En las últimas preguntas más personales, Francisco habló de su admiración por los futbolistas Lionel Messi, Pelé y Diego Armando Maradona, de quien dijo que fue "un grande, pero como hombre fracasó", culpando de ello a la "corte" que lo rodeó. El pontífice, preguntado sobre qué estrella del fútbol prefería, si Messi o Maradona, respondió: "Diré un tercero, Pelé".+