"La pobreza no es 'un tema': es una realidad que golpea desde muchos lugares y dimensiones", advirtió el arzobispo de San Juan de Cuyo.
En tiempo de confinamiento, el arzobispo de San Juan de Cuyo invitó a rezar y hacer memoria de los momentos en los que cada uno pudo recibir a Jesús en la comunión, o alabarlo en adoración.
El arzobispo de San Juan reconoció que se puede caer en esta experiencia por una predicación deficiente, por lo que recordó que "Dios es comunión del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo".
"En una época marcada por la fragmentación de las personas, las sociedades, el Espíritu inspira en el corazón del pueblo los anhelos de una búsqueda en común", contextualizó el arzobispo de San Juan.