Ante el gigantesco desastre humanitario en Ucrania, resalta la labor de las religiosas, que en más de mil conventos en Ucrania y Polonia ayudan y alojan a niños y familias refugiados.
La fraternidad monástica Abba Padre celebró el capítulo electivo y renovó por primera vez desde su fundación a su priora, que a partir de ahora es la hermana Clara María Silvina Leston.
Las autoridades no le renovaron el visado a la religiosa italiana Giuseppina Berti, de 75 años, por lo que deberá irse en los próximos días. Asistía a enfermos de un leprosario desde hace dos décadas.
Precisó que en abril inició un proceso canónico a raíz de las denuncias hechas por menores de edad que vivían en el Hogar Comunidad de Hermanas Trinitarias. Se puso a disposición de probables víctimas