Recuerda que cada familia cristiana debe "testimoniar la santidad de la Sagrada Familia, con docilidad al Espíritu que la constituye. No es despersonalizada mimetización sino auténtica imitación".
"Manifestado al mundo, no cesará de recordar que en cada ser humano está Él, que debe ser respetado, amado y servido", subrayó el arzobispo emérito de Corrientes en su sugerencia para la homilía.
"Volvamos a contemplar humildemente las representaciones del Niño Dios, recostado en un pesebre y contemplado dulcemente por María, José y los pastores", invitó el arzobispo emérito de Corrientes.
El arzobispo emérito de Corrientes destaca la humildad de San Juan Bautista, a quien también define como un "insobornable servidor de la Verdad" y como justo y severo.