"La llamada del Señor exige respuestas 'íntegras', es decir, gestos y palabras de gracia y verdad", afirmó el arzobispo de Bahía Blanca al hacer una síntesis de la última semana de la asamblea sinodal
"Quisiera hacerme portador de lo bueno, verdadero, lo bello que se vive en nuestra arquidiócesis", expresó. Y también, a su regreso, de "la riqueza y fecundidad de esta experiencia sinodal".
El arzobispo detalló en qué grupos lingüísticos le tocó participar y destacó tres momentos: el retiro espiritual, la vigilia penitencial y la misa de apertura de la asamblea sinodal.
El arzobispo de Bahía Blanca invita a reflexionar sobre la "inmensa y tan necesaria -¡vital!- misión de la educación", y destaca esos tres valores fundamentales para llevarla a cabo.