Es el pedido que el obispo de San Isidro invitó a hacerle a Dios en el inicio del Adviento; y animó a "abrazar la realidad", para transformarla con la fe.
En su reflexión, el presidente del Episcopado recordó que, "si la oveja tiene hambre, no importa qué haya hecho, cómo piense, cómo sienta. No importa nada cuando se trata de una necesidad".
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina aseguró que la invitación de la Jornada Mundial de los Pobres es que "nadie falte a la mesa".
El presidente del Episcopado citó al futuro beato, que aseguraba que a la vida había que "amarla, entregarla y esperarla" para que sea verdaderamente plena; y lo recordó como un "hombre de esperanza".