Con el permiso de su obispo, monseñor Oscar Ojea, el sacerdote sanisidrense Tomás Barbero, es desempeñará durante dos años como vicario de una parroquia en Andalgalá, diócesis de Catamarca.
El presidente del episcopado argentino dialogó con su par evangélico Christian Hooft y demás dirigentes cristianos sobre la prevención de adicciones, además de orar juntos por la paz en Ucrania.
"No hay nada más genuino de Jesús que esta doctrina del amor a los enemigos", aseguró el obispo de San Isidro y animó a vivirla "para hacernos superar estos muros que vamos creando nosotros".
"Generando confianza se puede construir una sociedad verdaderamente fraterna y estable" sostuvo el obispo de San Isidro en su reflexión semanal.