Mons. Ojea: "Para Dios Padre no hay enemigos, hay hijos"
- 20 de febrero, 2022
- San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
"No hay nada más genuino de Jesús que esta doctrina del amor a los enemigos", aseguró el obispo de San Isidro y animó a vivirla "para hacernos superar estos muros que vamos creando nosotros".
El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea, recordó que “si hay algo que genuinamente es evangélico es el amor a los enemigos”.
Monseñor Ojea comenzó su reflexión semanal observando “los verbos que el Señor utiliza para enseñarnos esto: Amen, bendigan, hagan el bien, rueguen. Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan el bien a los que los odian, recen por los que los difaman. Esta doctrina nos parece hoy de otro planeta, nos parece lejana y utópica, nos parece un sueño imposible; claro en realidad nosotros vivimos las polarizaciones, nosotros vivimos en plena exclusión”.
Y agregó el obispo de San Isidro: “el Señor nos invita a dar un salto para poder hacer esto; no podemos hacerlo desde el nivel de la ideología y desde el nivel de la emoción. Allí en ese plano todo el que piensa distinto, siente distinto, vive distinto; se va convirtiendo en un enemigo frente al cual yo soy indiferente o de alguna manera agredo. Si sigo en ese plano voy a estar escuchando solamente lo que me gusta y lo que me hace bien sin poder trascender”.
El presidente de la CEA reiteró que “El Señor Jesús nos invita a dar un salto para poder superar esto. ¿Cuál es ese salto? Ponernos junto a la mirada del Padre: «sean misericordiosos como el Padre de ustedes en misericordioso”.
“Para Dios Padre no hay enemigos, no existen los enemigos, solamente hay hijos”, subrayó monseñor Ojea y advirtió que “Él trata también a los hijos que son desagradecidos y malos; como dice el Evangelio: los trata bien porque es un Padre”.
El obispo de San Isidro resaltó que “esta invitación de Jesús para ponerlo bajo esa mirada puede hacernos superar estos muros que vamos creando nosotros, en nuestro modo de tratar a los demás y que van teniendo nuestra convivencia”.
Hacia el final de su mensaje para el séptimo domingo del tiempo durante del año monseñor Ojea animó a las comunidades: “pidámosle al Señor poder superar esto, poder crear instancias superadoras que no tienen que ver con lo afectivo, por supuesto que Jesús no habla de un amor solo afectivo sino efectivo y concreto, que brota del respeto de la persona humana".
"No hay nada más genuino, no hay nada más de Jesús que esta doctrina del amor a los enemigos. Él elige el momento para proponerla, él está en el llano con la gente, con la multitud ejercitando la compasión, mostrando a los discípulos la necesidad de cercanía con el pueblo y estando cercano a todas sus demandas; desde allí y desde esa realidad, desde ese trabajo, el Señor nos da esta enseñanza”.
“Roguemos al Señor -concluyó- poder responder que de aquí brota toda la alegría del cristianismo, el poder vivirla, de aquí brota la fuerza, la potencia de la misión y de esta doctrina brota todo el anuncio del Evangelio que está sembrado por tantos mártires que dieron testimonio de este amor a los enemigos”.+