Queridos sacerdotes:
¡Feliz día!
Sabemos que este día del Santo Cura de Ars lo dedicamos a orar y celebrar la vida con los hermanos sacerdotes, más allá del oficio que desempeñen en el Pueblo de Dios.
Además, hoy conmemoramos un nuevo aniversario del martirio del Beato Padre Obispo Enrique Angelelli, modelo de sacerdote para nuestra Iglesia argentina.
En estos días se está realizando la XXXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa, con el tema: “María se levantó y partió sin demora” (Lc. 1, 39). Seguramente en nuestro corazón sacerdotal vendrán al recuerdo otras Jornadas de la Juventud. Los mayores, la que se realizó la avenida 9 de julio de la ciudad de Buenos Aires, en el año 1987, presidida por el Papa San Juan Pablo II. Muchas otras jornadas juveniles a nivel diocesano hemos compartido a lo largo de nuestra vida. Momentos que guardamos en el recuerdo y que jalonaron nuestro camino de discípulos misioneros de Jesús. Muchos hemos experimentado el llamado vocacional en algún evento para jóvenes, sean parroquiales, diocesanos o congregacionales.
En este día sacerdotal, nos hace bien compartir estas palabras de Francisco en su Carta a los jóvenes y a todo el pueblo de Dios: Christus vivit.
“Es tan importante la amistad que Jesús mismo se presenta como amigo: «Ya no los llamo siervos, los llamo amigos» (Jn 15,15). Por la gracia que Él nos regala, somos elevados de tal manera que somos realmente amigos suyos”.
“Los discípulos escucharon el llamado de Jesús a la amistad con Él. Fue una invitación que no los forzó, sino que se propuso delicadamente a su libertad: «Vengan y vean» les dijo, y «ellos fueron, vieron donde vivía y se quedaron con Él aquel día» (Jn 1,39). Después de ese encuentro, íntimo e inesperado, dejaron todo y se fueron con Él”.
“La amistad con Jesús es inquebrantable. Él nunca se va, aunque a veces parece que hace silencio. Cuando lo necesitamos se deja encontrar por nosotros (cf. Jr 29,14) y está a nuestro lado por donde vayamos (cf. Jos 1,9). Porque Él jamás rompe una alianza”.
“A nosotros nos pide que no lo abandonemos: «Permanezcan unidos a mí» (Jn 15,4). Pero si nos alejamos, «Él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo» (2 Tm 2,13)”.
“La oración nos permite contarle todo lo que nos pasa y quedarnos confiados en sus brazos, y al mismo tiempo nos regala instantes de preciosa intimidad y afecto, donde Jesús derrama en nosotros su propia vida. Rezando «le abrimos la jugada» a Él, le damos lugar «para que Él pueda actuar y pueda entrar y pueda vencer»” (Ch.V. 153-155)
En nuestro Camino Sinodal tenemos presente los días compartidos durante la Semana Pastoral este año, en Luján. Fraternidad, respeto mutuo, diálogo, conversación espiritual, alegría en el compartir que van consolidando nuestra amistad con Jesús y los hermanos.
Les deseamos que pasen un hermoso día con sus Comunidades. Les agradecemos el trabajo pastoral de cada día, y el testimonio que nos dan de servicio y generosa entrega al Señor y a su Pueblo.
Con todo afecto los abrazamos en el Señor Jesús, Buen Pastor.
Mons. Carlos José Tissera, obispo de Quilmes
Mons. Eduardo Gonzalo Redondo, obispo auxiliar de Quilmes