El arzobispo de San Juan de Cuyo sostuvo que "el pesebre nos centra en la importancia de lo que no cuenta", y lo definió como "un llamado a transitar el camino de la humildad y la pequeñez".
Al celebrar las fiestas patronales diocesanas, el obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto puso en boca de la Virgen esas palabras, dirigidas a todas las personas, en especial a los jóvenes.
El obispo de San Francisco marcó la pobreza como la "deuda pendiente más aguda" y lamentó "la obstinada resistencia a los consensos de algunos sectores" políticos para poder revertirla.
El arzobispo de Buenos Aires presidió la misa solemne por las fiestas patronales de la parroquia Inmaculada Concepción y destacó que el dogma mariano indica "ese nuevo comienzo que es Jesucristo"