Jueves 14 de noviembre de 2024

Viedma: miles de fieles en la X Peregrinación por san Artémides Zatti

  • 11 de marzo, 2024
  • Viedma (Río Negro) (AICA)
Fue el 9 y 10 de marzo, en el marco de la conmemoración por el 73° aniversario de su fallecimiento (el 15 de este mes). Hubo bicicleteada, presentación de un libro y una misa presidida por el obispo.
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Numerosas personas participaron de la X Peregrinación en honor al primer santo de la Patagonia, san Artémides Zatti SDB, en conmemoración del 73° aniversario de su fallecimiento, a conmemorarse el próximo 15 de marzo. Se realizó los días 9 y 10 de este mes en Viedma, con el lema “Con Zatti en oración, somos misión”.

Organizada por las cinco parroquias de Viedma, miles de fieles de la comarca Viedma-Patagones y gente llegada de otros lugares, como Trelew, Pedro Luro, Los Antiguos y Buenos Aires, se congregaron para pedir y agradecer, en la ciudad donde realizó su obra el “pariente de los pobres” y donde en la actualidad descansan sus restos.

Bicicleteada hasta la capilla
El sábado 9, la actividad comenzó a las 16, con la bicicleteada en la que cientos de niños, niñas, adolescente y jóvenes, junto con sus familias, peregrinaron en bicicleta desde la parroquia Don Bosco hasta la capilla San Artémides Zatti, en el Barrio Zatti, en las periferias de la capital rionegrina. Allí, el obispo local, monseñor Esteban Laxague SDB, celebró una misa, que estuvo concelebrada por el padre Pedro Narambuena SDB y por el presbítero Luis García.

Centrándose en la bicicleta como símbolo de la misión de Artémides Zatti, el obispo preguntó a la gente si alguna vez habían perdido una rueda. Y explicó: “Si alguien perdió su rueda, a lo mejor hoy Don Zatti se la devuelve. Andar en bicicleta con una rueda menos no es fácil. Los malabaristas pedalean en una sola rueda, pero la mayoría de nosotros, en una sola rueda no vamos a durar mucho en equilibrio. Por eso, ¡qué lindo pensar que, en esta fiesta, Don Zatti nos puede dar la rueda que nos falta. Y si sentimos que andamos con las dos ruedas, miremos si están bien infladas”.

“El Evangelio nos desafía a acercarnos a Jesús. Él es el que puede volver a poner en condiciones las ruedas de la bicicleta, para que podamos andar en la vida todos los días. No estaríamos celebrando la fiesta de Don Zatti, si no nos acercamos a Jesús.”

“Jesús fue realmente el secreto de la vida de Don Zatti hasta el fin de sus días. Y, desde la eternidad ,sigue saliendo al encuentro, ayudándonos a caminar, porque él siempre tuvo su mirada y su corazón puestos en Cristo”, recalcó monseñor Laxague. 

Parafraseando el lema de esta edición de la peregrinación, el obispo explicó: “Don Zatti fue misión, porque fue un hombre de oración. Un hombre que puso su confianza en Jesús, un hombre al que Jesús le llenaba su corazón, un hombre que supo ver a Jesús en todos los enfermos, en todos los que acudían a él y le pedían algo. Don Zatti fue un hombre en oración, y por eso su vida fue una misión: todo era para los demás, porque en los otros encontraba a Jesús”. 

Luego, el obispo y los sacerdotes administraron el sacramento de la Unción de los Enfermos a los que quisieron recibirlo.

Un libro y un documental
Por la noche, se llevó adelante un acto en el Centro Cultural de la Municipalidad de Viedma, del que participaron el intendente municipal Marcos Castro; el obispo Laxague; el padre Narambuena, vicepostulador de la causa de canonización de Zatti; salesianos de la comunidad de Viedma, parientes de Artémides Zatti; y un nutrido grupo de peregrinos. 

La apertura del acto estuvo a cargo del grupo de música de la parroquia Don Bosco, que animó el encuentro con tres canciones dedicadas a san Artémides Zatti.

Luego de las palabras del intendente, del obispo, y del párroco de Boretto (por videoconferencia), tierra natal de Zatti, se dio paso a la presentación del libro y del documental: Artémides Zatti Santo. El pariente de todos los pobres. Creí. Prometí. Sané, del periodista Martín Marín. Estas obras remiten a 25 testimonios de primeras fuentes, que el realizador consultó a lo largo de dos años, en los viajes realizados a Viedma y por todo el país.

El domingo 10, la actividad comenzó temprano. A las 9, los peregrinos se encontraron en la catedral de Viedma, donde el obispo les dio la bienvenida y dijo: “Frente a la tumba del cardenal Juan Cagliero, el primer obispo de estas tierras patagónicas, comenzamos este día. Cagliero, como Don Zatti, vino de Italia, vino a dar la vida en estas tierras patagónicas. Y ellos nos siguen animando en este hermoso caminar de dar la vida por los demás. A diferencia de Cagliero, que recorrió la Patagonia a caballo, Don Zatti recorrió la ciudad en su bicicleta”.

Luego de la caminata por las calles de Viedma, donde se pasó por la sede de la curia episcopal y por el Hospital Regional Artémides Zatti, se llegó al parque de la parroquia Don Bosco, donde se celebró la misa central de la peregrinación, presidida por el obispo Laxague y concelebrada por la comunidad salesiana local y por los párrocos de las cinco parroquias de la ciudad de Viedma. La bienvenida estuvo a cargo de la banda de música de la Policía de la Provincia de Río Negro.

En la homilía, el obispo pidió “salir al encuentro de los demás como lo hizo Jesús, para que tengamos vida y vida en abundancia. En la fiesta de Don Zatti, sería hermoso descubrir que todos podemos llevar vida a los demás.”

Y resaltó: “Este cuarto domingo de Cuaresma nos invita a detenernos, a parar un poco, a mirar por dónde andamos, dónde estamos, dónde está mi hermano, quién es Dios para mi (...) En oración, tenemos que detenernos un momento para descubrir que estamos hechos para la misión. Necesitamos tranquilidad y paz para encontrarnos con Dios”.

“Dejémonos atrapar por Jesús, dejémonos elevar por Jesús para andar los caminos de la vida, haciendo el bien como Don Zatti, porque Dios nos puso en este mundo para hacer el bien… Por eso, hoy pidamos la gracia de hacer el bien”.

Para la bendición final, el obispo invitó a acercarse al altar a médicos, enfermeros y trabajadores de la salud. Apoyando sus manos en el altar, el obispo, los sacerdotes y todo el pueblo de Dios reunido elevó sus manos para bendecir a cada uno de ellos, a su vocación, a su trabajo y a sus familias.

Por la tarde, luego de un almuerzo a la canasta de los peregrinos en el Colegio Artémides Zatti, se llevó adelante la bendición de los peregrinos en la parroquia Don Bosco.+