Tucumán recibió a su nuevo obispo auxiliar, Mons. Ferrari
- 8 de febrero, 2021
- San Miguel de Tucumán (AICA)
Con una misa de bienvenida en la parroquia San Juan Bosco, el flamante obispo auxiliar de Tucumán fue recibido por los tucumanos el viernes 5 de febrero
La arquidiócesis de Tucumán recibió a su obispo auxiliar, monseñor Roberto José Ferrari, con una misa de bienvenida en la parroquia San Juan Bosco, el viernes 5 de febrero. Monseñor Ferrari fue consagrado obispo el pasado 2 de enero en el templo de San Francisco de la ciudad cordobesa de Río Cuarto.
El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Alberto Sánchez, presidió la celebración, acompañado por el cardenal Luis Héctor Villalba, obispo emérito de Tucumán; monseñor José Melitón Chávez, obispo de Concepción; monseñor Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta; monseñor Adolfo Armando Uriona FDP, obispo de Río Cuarto; monseñor Hugo Ricardo Araya, obispo de Cruz del Eje; monseñor Francisco Polti Santillán, obispo emérito de Santiago del Estero; y varios sacerdotes del clero tucumano.
En su homilía, el flamante obispo auxiliar retomó las lecturas y expresó: “Seguramente todos nosotros hemos pasado por momentos en los que alguien nos ha dicho algo importante. Hay momentos y lugares para decir una palabra, que tienen diversa importancia. Lo que alguien nos dice en un momento de dolor, no es cualquier consejo”.
“Las palabras de Jesús en la Última Cena -dijo- son como un testamento, algo que los apóstoles deben llevar grabado en el corazón: ‘Como el Padre me amó, yo los he amado a ustedes. Ámense los unos a los otros como yo los he amado’”. “Este capítulo siempre me motivó, me marcó mucho desde mi juventud. Estas palabras fueron calando mi corazón y sentí que Jesús me elegía y me llamaba”, recordó haciendo referencia al descubrimiento de su vocación, y agregó: “Transitando la vida del seminario, me di cuenta de que ese llamado tenía que ver con dar la vida”.
Aseguró que “para Jesús el símbolo del mayor amor es el de la amistad”, y afirmó que “en Jesús, el dar la vida por los amigos se hace concreto en la Cruz y en la Eucaristía. En esos momentos dice: ‘Ustedes son mis amigos’”, y confesó que gracias a este pasaje eligió su lema episcopal. Además, dijo que en el escudo resaltó el bautismo, “ese gran sacramento que nos dignifica y nos une”.
Monseñor Ferrari dijo a la comunidad tucumana presente en el templo, y a los que siguieron la celebración por los medios digitales: “Quisiera dar la vida por ustedes, ir entregándome en cada comunidad de esta arquidiócesis, donde el Señor me vaya invitando a entregarme, con mis fragilidades, con mis debilidades. Les pido que me ayuden con eso”.
Antes de concluir, subrayó: “Ayudémonos mutuamente a entregarnos, a vivir la alegría de ser hijos de Dios, y que esa alegría nos lleve a entregarnos a los demás, a los que sufren, a los más pobres, para que podamos concretar lo que nos pide el Papa: ‘Ser una Iglesia en salida’”. Y finalizó rogando “que la amistad de Jesús entre en nosotros y sea lo que nos impulse a entregarnos y a brindarnos a los demás”.
Al final de la celebración, un sacerdote, una religiosa y un delegado de la Acción Católica pronunciaron unas palabras de bienvenida al flamante obispo auxiliar.+