Viernes 15 de noviembre de 2024

¿Soy un testigo de la verdad o un mentiroso disfrazado de verdadero?

  • 14 de noviembre, 2018
  • Ciudad del Vaticano
"Donde hay una mentira, no hay amor", advirtió hoy el papa Francisco, durante la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro en la que continuó con su catequesis dedicada a los Diez Mandamientos. Este miércoles 14 de noviembre, reflexionó sobre el octavo mandamiento: "No darás falso testimonio ni dirás mentiras". "¡Las habladurías matan", exclamó el Papa. "La lengua mata como un cuchillo: el que murmura o la que murmura es como un terrorista, arroja la bomba y se va, destruye la fama de los demás y se va tranquilo".
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"Donde hay una mentira, no hay amor", advirtió hoy el papa Francisco, durante la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro en la que continuó con su catequesis dedicada a los Diez Mandamientos. Este miércoles 14 de noviembre, reflexionó sobre el octavo mandamiento: "No darás falso testimonio ni dirás mentiras".

"¡Cuántos rumores destruyen la comunión por inoportunos o falta de delicadeza! Las habladurías matan", exclamó el Papa. "La lengua mata como un cuchillo: el que murmura o la que murmura es como un terrorista, porque con su lengua arroja la bomba y se va, destruye la fama de los demás y se va tranquilo". "No te olvides: ¡murmurar es matar!", subrayó el pontífice.

"Vivir en comunicaciones no auténticas es serio porque impide las relaciones y, por lo tanto, el amor", explicó Francisco. "Y cuando hablamos de comunicación entre personas, nos referimos no solo a las palabras, sino también a los gestos, las actitudes, incluso los silencios y las ausencias", continuó, señalando que "una persona habla con todo lo que es y hace" y "todos vivimos comunicándonos y estamos constantemente en equilibrio entre la verdad y la mentira", indicó el Papa



Ahora bien, "¿qué significa decir la verdad?", planteó Francisco. "¿Qué significa ser sincero? ¿Tal vez exacto? En realidad, eso no basta, porque se puede estar de forma sincera en el error, o quizás se puede ser preciso en el detalle, pero no captar el significado del conjunto".

"En ocasiones nos justificamos diciendo: ?He dicho aquello que sentía?. Sí, pero has absolutizado tu punto de vista. O también: ?Tan solo he dicho la verdad?. Quizás sí, pero has revelado hechos personales o reservados. ¡Cuántos rumores destruyen la comunión por inoportunidad o por falta de delicadeza!".

Por lo tanto, "¿Qué es la verdad?". El pontífice destacó que "esta es la pregunta que hizo Pilato delante de Jesús". "La verdad encuentra su realización plena en la persona misma de Jesús, en su modo de vivir y de morir, fruto de su relación con el Padre".

"Preguntémonos qué verdad atestiguan las obras de los cristianos, nuestras palabras, nuestras elecciones. Los cristianos no son hombres y mujeres excepcionales. Son hijos del Padre celestial que es bueno y no decepciona, y mete en los corazones de sus hijos el amor por los hermanos", por lo tanto, añadió Francisco: "Todos pueden preguntarse: ¿soy un testigo de la verdad o más o menos un mentiroso disfrazado de verdadero?".

Seguidamente el Santo Padre señaló que la verdad no se dice sólo con discursos, sino que "es una forma de existir, una forma de vida, y se ve en cada acto". "Este hombre es un hombre de verdad, esa mujer es una mujer de verdad", continuó el Papa: "Esto se ve tan pronto como abre la boca, si se comporta como un hombre de verdad, una mujer de verdad, si dice la verdad, Actúa con la verdad".

"La verdad encuentra su plena realización en la misma persona de Jesús, en su forma de vivir y morir", en su ser "coherente" y volviendo al relato de la Pasión, el Papa explicó: "Cuando Pilato le hizo esa pregunta, Jesús dijo: "Para eso nací y para eso vine al mundo: para dar testimonio de la verdad". Y este testimonio "Jesús lo da con su pasión y su muerte", dijo el Papa, citando las palabras del centurión: "¡Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios!". "Sí, porque era coherente", reiteró Francisco: "Con su forma de morir, Jesús manifiesta al Padre, su amor misericordioso y fiel", concluyó el pontífice.+