Viernes 15 de noviembre de 2024

Shevchuk: La violencia sexual usada como arma contra personas pacíficas e inocentes

  • 13 de abril, 2022
  • Kiev (Ucrania) (AICA)
El arzobispo ucraniano denunció cientos de casos de violaciones de mujeres, hombres, niños, incluso bebés. "¡¿Cómo en medio de este infierno podemos seguir siendo seres humanos?!", se pregunta.
Doná a AICA.org

Violaciones en masa, bombardeos sobre rutas de evacuación de civiles, contaminación con minas explosivas, son algunos de los “crímenes horribles”, que el primado de la iglesia greco-católica ucraniana, su beatitud Sviatoslav Shevchuk denuncia este 13 de abril, día 49 “de heroica resistencia del pueblo ucraniano contra la invasión rusa de nuestra tierra”.

En su mensaje diario, el arzobispo mayor describe como Ucrania se está convirtiendo “en la zona más contaminada del mundo”, en lo que respecta a la contaminación por explosivos, un daño que explica “seguirá persiguiéndonos muchos años”. 

Asimismo el primado católico de Ucrania denunció como los ocupantes rusos “bombardean deliberadamente” las rutas urbanas de evacuación. “La gente sencilla está en la mira, la gente sencilla es el primer objetivo de los que hoy intentan matar a Ucrania”, manifestó Shevchuk.

“¡¿Cómo en medio de este infierno podemos seguir siendo seres humanos?!”, se pregunta el arzobispo al denunciar con horror los “cientos de casos de violaciones de mujeres, de hombres, especialmente de niños, incluso de bebés”.  

“¡Quién iba a imaginar que la sexualidad podría convertirse en un arma, en un arma de humillación, de humillación del otro, del más débil, que la sexualidad iba a ser utilizada como instrumento de violencia!”, dijo el arzobispo ucraniano.

“Oh Dios, salva a Ucrania del odio, del pecado, del odio a quienes nos desprecian. Danos el poder de amar. Oh Dios, bendice a nuestro ejército. Bendice a nuestro heroico pueblo ucraniano”, concluye Shevchuk su mensaje.+ 

Texto del mensaje diario
¡Alabado sea Jesucristo! Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy es miércoles 13 de abril de 2022, y ya van 49 días de heroica resistencia del pueblo ucraniano contra la invasión rusa de nuestra tierra.

Durante este último día, anoche, Ucrania volvió a estremecerse por los nuevos crímenes que se están cometiendo en nuestro suelo. Ayer en particular, nuevamente bombardearon con violencia nuestra heroica ciudad de Kharkiv. La gente se vio obligada a huir de las zonas residenciales, ya que la mayoría de las bombas, de los cohetes y de otras armas se disparaban en su mayoría contra los hogares de los civiles. Se está utilizando un tipo más nuevo de bombas que se lanzan desde paracaídas. Estas bombas no explotan inmediatamente, sino solo cuando alguien se acerca a ellas.

Ucrania se está convirtiendo en la zona más contaminada del mundo en lo que respecta a la contaminación por explosivos, y esto es un daño que seguirá persiguiéndonos muchos años aún. Pero esta mañana hemos visto otro crimen contra los civiles, los ocupantes rusos bombardean deliberadamente las rutas urbanas de evacuación. Esta mañana, la estación de trenes del centro de Ucrania que era el centro desde donde estábamos tratando de ayudar a la gente a salir de alguna manera de los campos de batalla, fue alcanzada por misiles. La gente sencilla está en la mira, la gente sencilla es el primer objetivo de los que hoy intentan matar a Ucrania.

Pero Ucrania está en pie. Ucrania está luchando. Ucrania con su rostro humano hoy sorprende al mundo. Ucrania, tanto en el frente con las armas en la mano; como en la retaguardia, con servicio social de los voluntarios; sirve a la vida, salva la vida y construye la paz.

Hoy me gustaría reflexionar con ustedes sobre el 6º mandamiento de Dios, que dice “no cometerás adulterio”. El contenido de este mandamiento protege la dignidad de la vocación especial del hombre, la vocación de amar y transmitir la vida dada por Dios. El Señor Dios nos creó a cada uno no sólo llamados con una vocación especial al amor, sino también con la capacidad de cumplir esta llamada. Nos creó a cada uno como hombre o como mujer. Y justamente a través de nuestra sexualidad que está marcada por nuestro cuerpo, por nuestra psiquis, por nuestra vida espiritual, es que el Señor Dios nos llama a salir de nuestra soledad hacia el encuentro con otra persona. Y justamente es cuando se ama que se comprende el contenido de esta vocación que está escrito en la profundidad del sacramento de ser hombre o mujer.

Según la tradición de la Iglesia, hay dos maneras de realizar esta vocación al amor y por tanto, de manifestar el misterio de la propia sexualidad. Estos dos modos son el matrimonio y la vida consagrada. El Señor Dios nos dio la sexualidad para amar y de este modo por el amor llegar a la plenitud de la vida. Y en este mismo amor regalar nueva vida a las generaciones futuras en la bendita vida matrimonial. Pero en tiempos de guerra, vemos que la sexualidad no se utiliza para el amor, sino para la guerra. ¡Quién iba a imaginar que la sexualidad podría convertirse en un arma, en un arma de humillación, de humillación del otro, del más débil, que la sexualidad iba a ser utilizada como instrumento de violencia!

Ahora estamos descubriendo crímenes horribles. La violencia sexual usada como arma contra personas pacíficas e inocentes. Cientos de casos de violaciones de mujeres, de hombres, especialmente de niños... Ayer nuestro presidente habló de un caso de violación de bebés. Nos preguntamos: Dios mío, ¡¿cómo en medio de este infierno podemos seguir siendo seres humanos?! Y nos damos cuenta de que sólo por el poder de Dios, podemos evitar la distorsión humana de nuestra forma de relacionarnos y de vivir.

¡Oh Dios bendice a nuestros hombres y mujeres! Bendice a nuestros matrimonios. Bendice a quienes, incluso en tiempos de guerra, buscan el amor conyugal, la fidelidad y la indestructibilidad de la vida matrimonial. Bendice a todos los que, incluso en tiempos de guerra, no tienen miedo de dar a luz a nuevos hijos. Oh Dios, salva a todos los que convierten el don de su sexualidad en un instrumento de guerra y violencia sexual. Oh Dios, salva a Ucrania del odio, del pecado, del odio a quienes nos desprecian. Danos el poder de amar. Oh Dios, bendice a nuestro ejército. Bendice a nuestro heroico pueblo ucraniano. 

La bendición del Señor y su misericordia descienda sobre ustedes por su divina gracia y amor y permanezcan ahora y siempre y por los siglos de los siglos, amén. ¡Alabado sea Jesucristo! +