Santo Tomé, hacia una Iglesia de corazón joven que 'camina, cuida y anuncia'

Fue el compromiso asumido durante el reciente IV Encuentro Galilea, que se desarrolló en Yapeyú. El obispo Gustavo Montini animó a resolver los problemas en modo sinodal, juntos y en oración.

Representantes de la comunidad diocesana de Santo Tomé participaron del IV Encuentro Galilea: “Hacia una Iglesia de corazón joven, ¡camina, cuida y anuncia!”, que se realizó el 22 de abril en localidad de Yapeyú, cuna del General José de San Martín.

En este espacio de sinodalidad, sustentado en la escucha, la reflexión y la oración, estuvieron presentes sacerdotes, diáconos permanentes, consagradas y personas delegadas del Consejo Pastoral Diocesano, el Consejo de Asuntos Económicos parroquiales, la Pastoral Juvenil, la Pastoral Familiar, la Pastoral de las Comunicaciones, la Pastoral de la Salud (MEC), la Junta de Educación Católica, la Junta de Catequesis, Cáritas diocesana y parroquiales, la Pastoral litúrgica (sacristanes y ministerios de música), las Obras Misionales Pontificias, secretarias, adoradores, movimientos (Cursillo de Cristiandad, Renovación Carismática y Movimiento de la Palabra) y asociaciones de fieles (Hogares Nuevos y Legión de María).

Del total de los173 asistentes, el 38 % participó por primera vez y el 62% ya había estado en otros Encuentros Galilea. Al mismo tiempo, desde los distintos puntos que conforman la Iglesia diocesana, los miembros de las comunidades se iban sumando también a la conexión virtual, una gran aliada para acortar las distancias de la extensa geografía de la jurisdicción.

Las actividades se desarrollaron en el Instituto de Formación Docente, predio vecino a la capilla San Martín de Tours. Mientras finalizaba la acreditación, el grupo de jóvenes del ministerio de música “Carlo Acutis” iniciaba la animación, predisponiendo a los presentes para vivir la Eucaristía. En la Oración inicial, a cargo del grupo de Vida Consagrada, cada comunidad presentó una piedra como símbolo de pertenencia a la familia diocesana, a la que todos son llamados para vivir y compartir el camino sinodal. 

Construir juntos en sinodalidad
En la homilía de la misa, el obispo de Santo Tomé, monseñor Gustavo Montini, resaltó la importancia del lema del encuentro “queremos pedirle a Dios rejuvenecer el corazón de la Iglesia (…), que nos regale un corazón joven, lleno de entusiasmo, a ‘todos’”. 

Asimismo, mencionó el privilegio de estar en Yapeyú, donde los padres jesuitas, junto con los guaraníes, hicieron una fuerte experiencia de Iglesia y vivieron en comunidad.

Haciendo referencia a las lecturas leídas, subrayó el valor de superar las dificultades y problemas, en asamblea -en sínodo-, es decir, ‘juntos, en oración’, resaltando la función del ministerio del diaconado. 

Además, expresó que el modelo sinodal, que es un modelo bíblico, permite “descubrir, con la gracia del Bautismo, que la Iglesia somos todos, cada uno desde su propio carisma y desde su propia riqueza”.

Como Jesús a sus discípulos en el Evangelio, monseñor Montini invitó a los fieles a ir a la otra orilla, a salir a las periferias. “Jesús les dijo: ‘No se instalen, no se queden acá, vayan’, y ellos, enriquecidos por la Eucaristía que habían celebrado y obedientes a lo que Jesús les decía, se pusieron en camino y llegaron a la otra orilla, por dos certezas: están juntos en la barca, y segundo, Jesús no los abandona”, destacó. 

Monseñor Montini finalizó su mensaje con una exhortación: “Tenemos frente a nosotros el enorme desafío de ‘ser creyentes en el mundo de hoy’, un mundo que nos necesita, y necesita de Dios”.+