Restos del P. Trusso ya están en su parroquia que cumplió 90 años
- 29 de octubre, 2018
- Buenos Aires (AICA)
El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, Card. Mario Poli, presidió la celebración eucarística en la parroquia de Todos los Santos y Ánimas, del barrio porteño de la Chacarita, al cumplir ésta 90 años de su erección, en 1928, por el arzobispo Fray José María Bottaro OFM.
La celebración y el traslado e inhumación en el atrio del templo de los restos de monseñor Alfredo Trusso, quien fue párroco durante 46 años, se llevaron a cabo el domingo 14 de octubre.
Con el cardenal Poli concelebraron monseñor José María Arancedo, arzobispo emérito de Santa Fe de la Vera Cruz; monseñor José María Baliña, obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario episcopal de la Zona Centro; los presbíteros Martín Rebollo Paz, párroco local; Tomás María Sodor, Marcelo Osvaldo Falcón, Ricardo Larken, Roberto Lella, Luis Liberti y Rubén Darío Bergliaffa.
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También concelebró el presbítero Rafael Marino, párroco de Encarnación del Señor, del barrio de la Paternal, quien vino con su feligresía en procesión con la imagen de la Virgen de Luján reconociendo que esa parroquia era una capilla creada por el Padre Trusso.
La homilía estuvo a cargo del presbítero Marcelo O. Falcón, quien tras la explicación de las lecturas bíblicas del domingo, se refirió a la persona del Padre Trusso con cálidas palabras sobre sus virtudes como un verdadero pastor, dado que lo conoció desde su iniciación cristiana y fue quien lo presentó al Seminario.
"Su barrio era la parroquia, enclavada en el barrio. Más de la mitad de la vida de la parroquia fue pastoreada por el padre Trusso", señaló.
Al final de la celebración el cardenal Poli quiso también decir unas palabras sobre el padre Trusso: "En primer lugar -comenzó diciendo- represento a todos los obispos que me antecedieron y conocieron al padre Trusso que estuvo tanto tiempo al servicio de la arquidiócesis. Y quiero darle gracias por su servicio sacerdotal.
"Yo tengo dos recuerdos breves: Él acompañaba a los cursos de laicos de ministros extraordinarios de la Eucaristía y como buen pastor era el único sacerdote en una multitud de laicos y cuando yo era superior del Seminario me tocó a mí dar el curso que se hacía en una de las parroquias y allí estaba él, me daba un poco de vergüenza hablar delante de él, un hombre tan sabio, un hombre orante de la Escritura y al terminar, muy humildemente se acercó y como yo destaqué la presencia real de Jesús en la Palabra y en la Eucaristía se puso muy contento me dio un abrazo y me besó.
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"Los últimos años de su vida fue capellán del hospital neurosiquiátrico Braulio Moyano y me imagino a él en ese lugar, tan dedicado a la liturgia, predicando en este lugar especial. Porque yo hace dos años celebré un Jueves Santo y creo que los Apóstoles sumaron como treinta y cuatro porque todas querían lavarse los pies.
"Por eso debemos dar gracias a Dios por este hombre del Evangelio que nos precedió en la fe. Y doy gracias a Dios por este momento y por estos 90 años de la parroquia, enclavada en este barrio. Muchas parroquias [20 en total] en estos días están cumpliendo 90 años en este servicio humilde del Evangelio, como decía el padre Trusso: Es la casa de Dios en medio de la casa de la gente, muy enclavado en el barrio para que siga prestando el servicio evangelizador.
"Por eso trajimos también en esta ocasión los restos de un misionero evangelizador del barrio, que él nos inspire también para seguir caminando el barrio llevando la Buena Noticia de Jesús y muchas gracias a todos los presentes que respondieron a esta invitación de venir a acompañarnos en este momento y para honrar también la figura del padre Trusso".+