Profesión solemne de una Carmelita Descalza en Lomas de Zamora
- 24 de marzo, 2022
- Luis Guillón (Buenos Aires)
El obispo auxiliar Ignacio Medina presidió la celebración que fue agradecida con alegría por la comunidad de Lomas de Zamora al tratarse de una religiosa oriunda de la diócesis.
El obispo auxiliar de Lomas de Zamora, monseñor Ignacio Medina, presidió el viernes 18 de marzo la misa de profesión de votos solemnes de la hermana María Belén del Niño Jesús OCD, en el monasterio Nuestra Señora de la Paz, en Luis Guillón, pertenecientes las religiosas Carmelitas Descalzas.
La hermana expresó los votos solemnes en manos de la priora del convento, la madre María Alicia de la Santa Cruz O.C.D.
Concelebró el vicario general de la diócesis, presbítero Hugo Barrios, quien hizo la homilía; junto con el rector y el formador del seminario De la Santa Cruz, presbíteros Daniel Bossio y Andrés Vallejos; y los sacerdotes de las parroquias donde creció y se formó en la fe la hermana María Belén.
“Todo lo he abandonado por Dios. Él solo me queda, pero Él solo me basta”, fue el lema elegido por la religiosa, quien, además, en la celebración recibió de manos del obispo el sagrado velo, que es de color negro y significa “perpetuidad”.
La profesión religiosa solemne expresa el acto de abrazar el estado religioso hasta la muerte mediante los votos de castidad, pobreza y obediencia, “a imitación de Cristo, casto, pobre y obediente”.
Las carmelitas descalzas son religiosas de vida contemplativa, donde sus votos no son solo perpetuos, sino solemnes, que significa “una entrega total a Dios”, y, al ser solemne, es público, es decir, “es un testimonio de la entrega al Señor”.
Las carmelitas descalzas de la diócesis celebraron de modo especial esta profesión ya que hace muchos años no se llevaba a cabo una consagración de este tipo y, también, porque “María Belén del Niño Jesús es hija de la diócesis”, originaria de la parroquia La Milagrosa en Nueve de Abril, partido de Esteban Echeverria.
Asimismo, si bien María Belén sale de esta comunidad, hay otras dos parroquias que gestaron su corazón en Dios: una que estuvo desde que nació hasta sus cinco años, la capilla Medallas Milagrosa de Villa Albertina, de la parroquia San Alberto Magno, y la parroquia Beata Laura Vicuña. Su desarrollo y trabajo pastoral se profundizó en la capilla Nuestra Señora de Luján de la parroquia La Milagrosa.+
