Pizzaballa: El perdón cuaresmal es más fuerte que las palabras violentas de odio
- 7 de marzo, 2025
- Jerusalén (Tierra Santa) (AICA)
El Patriarca latino de Jerusalén, en su mensaje de Cuaresma, explica que la "retórica dominante del conflicto y de la recriminación" no puede impedir que Dios realice la reconciliación en Jesús.

El Patriarca latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, publica un mensaje al inicio de la Cuaresma, instando a los cristianos a mirar la Cruz de Cristo, que representa el corazón de la Pascua y la esperanza del mundo, especialmente en tiempos de guerra, egoísmo y violencia.
En su mensaje cuaresmal enviado a los fieles de Tierra Santa, el Patriarca afirmó que todo creyente en Cristo debe darse cuenta de que "las palabras violentas de rencor y de odio, los discursos presuntuosos de conflicto y de recriminación no pueden impedir que Dios pronuncie la palabra de reconciliación en Cristo: ¡Ave Crux, spes unica! (Salve cruz, esperanza única).
Una nueva oportunidad
La Cuaresma, dijo, representa una oportunidad siempre renovada para recibir el don de la gracia y del perdón, mientras experimentamos el desierto junto a Jesús.
El patriarca Pizzaballa destacó que "necesitamos esta palabra nueva, la palabra de la cruz, que puede parecer una locura a los poderosos y sabios de este mundo y de nuestro tiempo. Es la única palabra que puede reabrir caminos de esperanza y de paz, invirtiendo los criterios mundanos".
Y añadió: "El Vía Crucis, en el que aprendemos con dificultad, pero con alegría, la lógica nueva del don y del perdón, requiere hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, familias y niños, dispuestos a recorrerlo, renovando su modo de pensar y su actitud. Sólo así podemos esperar un futuro en paz".
Paz y reconciliación
El cardenal invitó a las comunidades cristianas de Tierra Santa a dedicar tiempo a leer los relatos de la Pasión y a visitar los lugares marcados por el paso del Señor al Calvario y al Sepulcro.
Recordó que la reconciliación sólo puede ser efectiva si se convierte en ministerio al servicio de los hermanos.
"El don no es mágico, sino que debe ser acogido, testimoniado, vivido y compartido", afirmó. "Por eso, todos, pastores y laicos, religiosos y religiosas, nos implicamos y nos sentimos corresponsables de llevar al mundo la palabra y el ministerio de la reconciliación".
En el signo del Resucitado
"Cuando nos reconciliamos con Dios, los cristianos debemos sentir profundamente el llamado a reconciliarnos entre nosotros y luego extender esa reconciliación a toda la humanidad", dijo el Patriarca Pizzaballa.
Invitó a los fieles a ayunar y orar juntos como familias, señalando que un acto de renuncia puede convertirse en un don cuando nos libera de las preocupaciones egoístas y nos hace conscientes de las necesidades de los demás.
El patriarca latino de Jerusalén concluyó animando a los fieles de Tierra Santa a "no desperdiciar este tiempo que nos da la misericordia de Dios. No es una Cuaresma más: si queremos que así sea, puede convertirse en una Cuaresma distinta, en una nueva Cuaresma. Este tiempo santo puede convertirse en un jubileo, es decir, en un tiempo de consolación y de reconciliación para esta tierra nuestra".+