Miércoles 25 de diciembre de 2024

Obispos del Perú: 'La eutanasia siempre será un camino equivocado'

  • 25 de abril, 2024
  • Lima (Perú) (AICA)
La Conferencia Episcopal Peruana emitió un comunicado sobre la primera aplicación de la eutanasia en ese país.
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“La eutanasia siempre será un camino equivocado, el cual ninguna autoridad puede legitimar ni permitir”, se lee en el documento de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), sobre la primera aplicación de la eutanasia en el país, que puso fin a la vida de la ciudadana Ana Estrada.

En el documento, publicado el miércoles 24 de abril y firmado por los miembros del Consejo Permanente de la CEP, los prelados reiteran lo afirmado por ellos en el comunicado de 2021: “Debemos acompañar a la muerte, pero no provocar la muerte o ayudar en cualquier forma de suicidio. La vida es un derecho, no la muerte, que debe ser acogida, no suministrada”.

La vida es un don que recibimos para cuidarlo
El comunicado de la CEP -en referencia a la reciente aplicación de la eutanasia, realizada en cumplimiento del Protocolo establecido por Essalud, tras la orden de la sentencia ratificada por la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema, con fecha del 22 de julio de 2022, que puso fin a la vida de Ana Estrada- afirma que la eutanasia “vulnera el derecho inalienable a la vida” y se recuerda allí que “el ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, posee una intrínseca dignidad que nadie puede negarle ni restarle. Esta dignidad se hace más profunda por la Encarnación de Cristo, que tiene naturaleza humana y vive la experiencia del ser humano”.

El texto de los obispos peruanos se une a los expresado por el reciente documento de la Santa Sede, Dignitas infinita, señalando que “está muy extendida la idea de que la eutanasia o el suicidio asistido son compatibles con el respeto a la dignidad de la persona humana. Frente a este hecho, hay que reafirmar con fuerza que el sufrimiento no hace perder al enfermo esa dignidad que le es intrínseca e inalienablemente propia, sino que puede convertirse en una oportunidad para reforzar los lazos de pertenencia mutua y tomar mayor conciencia de lo preciosa que es cada persona para el conjunto de la humanidad”.

Y agregan: “No hay ninguna situación, ni elemento alguno que justifique dar muerte a un ser humano, pues la vida humana, incluso en su condición dolorosa, es portadora de una dignidad que debe respetarse siempre, que no puede perderse y cuyo respeto permanece incondicional. Por lo tanto, la vida tiene la misma dignidad y el mismo valor para todos y cada uno: el respeto de la vida del otro es el mismo que se debe a la propia existencia”.

Templo del Espíritu Santo
El comunicado de la CEP insiste en señalar que “el cristianismo revela y confiesa que el cuerpo humano es templo del Espíritu Santo y, por tanto, la vida es un don de Dios recibido para cuidarlo; por eso, ayudar al suicida a quitarse la vida es una ofensa objetiva contra la dignidad de la persona que lo pide, aunque con ello se cumpliese su deseo”.

Volviendo al texto de la Santa Sede, los prelados afirman que “debemos acompañar a la muerte, pero no provocar la muerte o ayudar en cualquier forma de suicidio. La vida es un derecho, no la muerte, que debe ser acogida, no suministrada”.

Y concluyen volviendo su mirada hacia la Constitución del Perú, que “establece con claridad que el fin supremo de la sociedad y del Estado es la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad; esto es. cuidar, respetar y promover la vida desde la concepción hasta su término natural; por tanto, ninguna autoridad puede legítimamente imponerla o permitirla”. 

Haciendo suyas las palabras del Papa Francisco, los miembros de la CEP afirman: “La eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos”.

“La Resurrección de Cristo, certeza y garantía de nuestra resurrección final, nos invita a la esperanza, a la serenidad, al necesario discernimiento frente a las dificultades y a la convicción de una vida con Dios”, concluyen.+