Viernes 15 de noviembre de 2024

Paraná: Mons. Puiggari llamó a reavivar las raíces cristianas y eucarísticas

  • 3 de junio, 2024
  • Paraná (Entre Ríos) (AICA)
El arzobispo de Paraná presidió la misa y procesión del Corpus Christi, en la que invitó a "fomentar una cultura de la caridad, de la solidaridad, a ser samaritanos de nuestros hermanos que sufren".
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El arzobispo de Paraná, monseñor Juan Puiggari, presidió la misa de la solemnidad del Corpus Christi en la catedral Nuestra Señora del Rosario, donde recordó que la Eucaristía es “el tesoro de la Iglesia” y, como se proclama en cada celebración, “el sacramento de nuestra fe.

“Dios ha querido hacerse Pan vivo, porque sabe el hambre y sed de felicidad que tiene el hombre, compañero de camino, quiere estar junto a nosotros hasta el fin del mundo porque su amor lo impulsa a entregarse constantemente”, puntualizó.

“Este es el misterio que celebramos; Jesucristo, Hijo de Dios e hijo de María, vivo bajo las apariencias de pan y vino. Está vivo, amándonos, intercediendo por nosotros anta el Padre. No es algo estático, es dinámico. Verdaderamente vive y actúa, ama, se ofrece, intercede, acoge, escucha y consuela”, sostuvo.

El arzobispo paranaense afirmó que “hoy queremos siguiendo su ejemplo de amor compasivo, vivir su misma actitud del Maestro y fomentar una cultura de la caridad, de la solidaridad ser samaritanos de nuestros hermanos que sufren”.

“Tenemos que fijar la mirada en el otro, estar atentos a nuestros hermanos”, pidió y completó: “El mandamiento del amor a Dios y al prójimo, que brota de este sacramento, nos lleva a tomar conciencia de los demás, porque estamos llamados a vivir en fraternidad, en familia, cultivar la amistad social, fomentar la cultura del encuentro que se traduzca en gestos concretos de solidaridad y misericordia”.

“Es necesario que en nuestra sociedad, tan impregnada de individualismo y egoísmo, se viva la responsabilidad de unos sobre otros. La pregunta de Dios a Caín: ‘¿dónde está Abel, tu hermano?’, es la misma pregunta que debe resonar en nuestra conciencia”, consideró.

Monseñor Puiggari puso el énfasis en un fruto de la Eucaristía: la misión y llamó a robustecer la  conciencia misionera, a estar en permanente estado de misión. 

“La misión no es un fruto de entusiasmo pasajero, es fruto de la centralidad de la Eucaristía. La misión nace de la Eucaristía, encuentra en ella su fuente y vitalidad. Eucaristía y misión forman un binomio inseparable. Sin la Eucaristía la misión multiplica actividades estériles, sin la misión la Eucaristía se reduce a un mero intimismo”, subrayó y agregó: “La Eucaristía alimenta y fortalece a los cristianos para que puedan vivir su fe de manera autentica y llevar a la práctica el pedido de Jesús de llevar el Evangelio a todos los rincones del mundo”.

“Que esta celebración de la Eucaristía y la procesión por nuestras calles reavive las raíces cristianas y eucarísticas de nuestra arquidiócesis, que afiance nuestra comunión con el Señor y nos ayude a tener una vida eucarística de entrega y donación de la mano de María. Que la Santísima Virgen del Rosario, en quien Dios se hizo carne, nos ayude a acoger con corazón agradecido el don de la Eucaristía y hacer de nuestra vida también un don; y que la Eucaristía nos haga un don para todos nuestros hermanos”, concluyó.+

» Texto completo de la homilía