Viernes 15 de noviembre de 2024

Francisco: 'El deporte rompe barreras y enseña inclusión y fraternidad'

  • 13 de enero, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Papa recibió a los miembros de Athletica Vaticana, a quienes reconoció "el importante testimonio cristiano en el mundo del deporte", que puede "favorecer relaciones de paz".
Doná a AICA.org

El Papa Francisco recibió este sábado por la mañana a los miembros Athletica Vaticana, la asociación oficial multideportiva del Vaticano, nacida hace cinco años, en 2017. Un encuentro que, como señaló el propio pontífice, tuvo lugar "en los primeros días de 2024, que es el Año Olímpico y Paralímpico".

Durante la audiencia, el pontífice expresó su alegría por la presencia de Athletica Vaticana en las calles, en las pistas y en los campos de juego. También destacó el testimonio cristiano que se da en el gran mundo del deporte, que hoy representa la expresión cultural más difundida, siempre y cuando se mantenga el amateurismo que preserva el deporte.

Francisco destacó luego que era significativo que el encuentro se desarrollara en los primeros días del 2024, que es el Año Olímpico y Paralímpico. Pensando en el valor de la “tregua olímpica”, –afirmó el Papa– “mi esperanza es que, en el momento histórico particularmente oscuro que vivimos, el deporte pueda tender puentes, derribar barreras y promover relaciones pacíficas”.

El Santo Padre recordó luego que, con un estilo marcado por la sencillez, desde hace exactamente cinco años, la Athletica Vaticana se compromete a promover la fraternidad, la inclusión y la solidaridad, dando testimonio de la fe cristiana entre deportistas, aficionados y profesionales.

Las iniciativas del Athletica Vaticana -desde las más simples y espontáneas hasta la participación en acontecimientos deportivos internacionales- adquieren todo su significado como expresión de una comunidad formada por hombres y mujeres que, unidos por el servicio común a la Santa Sede, viven su pasión por el deporte como una experiencia de evangelización.

Por eso -prosiguió- además de las actividades deportivas, la asociación también propone momentos de oración y de servicio a los más necesitados. “Es parte de su misión estar cerca –palabra clave– proximidad concreta a los más frágiles: estoy pensando en iniciativas con jóvenes con discapacidad física y también con discapacidad intelectual, con presos, con inmigrantes, con las familias más pobres”, dijo Francisco.

El Papa espera que todos participen en estos encuentros con la misma dignidad, incluidos los campeones olímpicos y paralímpicos, los diplomáticos y los miembros de la Curia. Volvió luego a la palabra "proximidad", una proximidad, dijo, que con el deporte se vuelve tierna. “Como Dios con nosotros: Dios es cercano, tierno y, por tanto, compasivo. Cercanía y ternura”.

Francisco reafirmó luego que el deporte es un medio para expresar los talentos de cada persona, pero también para construir sociedad: “El deporte nos enseña el valor de la fraternidad. No somos islas: en el campo no importa el origen, la lengua o la cultura de la persona. Lo que cuenta es el compromiso y el objetivo común”.

“Esta unidad en el deporte es una poderosa metáfora de nuestras vidas. Nos recuerda que a pesar de nuestras diferencias, todos somos miembros de la misma familia humana. El deporte tiene el poder de unir a las personas, independientemente de sus capacidades físicas, económicas o sociales. Es un instrumento de inclusión que rompe barreras y celebra la diversidad”.

El juego -continuó- se compone de reglas que deben ser respetadas. Ganar con humildad y aceptar la derrota con dignidad son valores que enseña el deporte y que hay que vivir en la vida cotidiana para construir una sociedad más justa y fraterna. "El deporte", como decía el Venerable Pío XII, "es una escuela de lealtad, una escuela de coraje, de resistencia, de determinación, de fraternidad universal, todas ellas virtudes naturales, pero que dan un fundamento sólido a las virtudes sobrenaturales".

“El deporte también nos muestra que podemos afrontar nuestros límites con paciencia y determinación. Cada deportista, a través de la disciplina y el compromiso, nos enseña que, con fe y perseverancia, podemos alcanzar metas que nunca imaginamos posibles. Este mensaje de esperanza y valentía es fundamental, especialmente para los jóvenes”.

Francisco, al concluir sus palabras, animó a cada uno de los presentes a “ver el deporte como un camino de vida que les ayuda a construir una comunidad más unida y llevar adelante los valores de la vida cristiana: lealtad, sacrificio, espíritu de equipo, compromiso, inclusión, ascetismo, rescate. ¡Adelante, queridos amigos del Athletica Vaticana! Y no nos olvidemos del amateurismo, que es como el jugo que da vida a la actividad deportiva. ¡Da siempre lo mejor de ti! Los bendigo desde el fondo de mi corazón".+