Ordenan cinco diáconos permanentes en Concordia
- 11 de marzo, 2024
- Concordia (Entre Ríos) (AICA)
Fueron incorporados al clero de la diócesis mediante la imposición de manos realizada por el obispo local, monseñor Gustavo Zurbriggen, el sábado 9 de marzo.
El obispo de Concordia, monseñor Gustavo Zurbriggen, presidió el 9 de marzo la misa de ordenación de cinco nuevos diáconos permanentes: Luis Araujo, Daniel Escobar, Lorenzo Torrez, Norberto Acevedo y Hugo Bodean.
La celebración tuvo lugar en la parroquia Nuestra Señora de Fátima, de La Bianca, presidida por monseñor Zurbriggen y concelebrada por el obispo emérito de Concordia, monseñor Luis Collazuol; el vicario general. padre Alfonso Frank; y varios sacerdotes de la diócesis.
“Hoy ha llegado el momento en el que serán incorporados al clero de la diócesis de Concordia, mediante la imposición de las manos del obispo y la oración de ordenación en el grado del diaconado”, explicó el prelado en su homilía.
A su vez, indicó que, una vez realizada "la ordenación diaconal, quedarán incardinados, es decir, constituidos de un modo permanente en diáconos de la Iglesia de Concordia. Por eso, ejercerán su ministerio bajo la autoridad del obispo en todo aquello que se refiere al cuidado pastoral, al ejercicio público del culto divino y a las obras de apostolado”.
“Serán, en la Iglesia, signo sacramental de Cristo Siervo. Por eso, tendrán la misión de servir a la Iglesia, servir en la Iglesia y animar el servicio de la Iglesia”, destacó el obispo, quien, para ilustrar mejor la misión de los diáconos, leyó un fragmento del Informe final del Sínodo del 2023, donde se habla de los diáconos y presbíteros.
A continuación, destacó que “la misión que hoy la Iglesia les encomienda es, fundamentalmente, el servicio de la caridad, de la Palabra y de la liturgia”. “En nuestra diócesis, necesitamos diáconos permanentes que, enviados por el obispo y por el párroco, vayan a servir a las comunidades periféricas de las parroquias, formen comunidad y acompañen pastoralmente, las animen, para que en cada barrio se implante la Iglesia de Jesús, que es comunidad de fe y de amor, a la que todos están invitados y todos tienen lugar”, consideró.
“Cuiden la vocación matrimonial y familiar, la primera a la que el Señor los ha llamado y que es camino de santidad para ustedes. En el amor de Cristo, sean cada vez más testigos de fe y de amor como esposos, papás y abuelos”, recomendó, y añadió: “Nunca olviden que tienen un doble cauce para responder al llamado a la santidad, que recibieron en el Bautismo: el sacramento del Matrimonio, que les da la gracia de responder al llamado a la santidad en la vida matrimonial y familiar; y, desde hoy, el sacramento del Sagrado Orden del diaconado”.
“Que una seria y comprometida vida espiritual, centrada en la Palabra orada y meditada, en la celebración de la Liturgia de la Horas, en la participación y recepción de los sacramentos, los transforme en servidores, imitando a Cristo, servidor de todos, en sus familias y en las comunidades a las que la Iglesia los envíe. Que la Virgen María, la humilde servidora del Señor, los cuide siempre”, concluyó el diocesano.
Luego de la celebración, los diáconos -acompañados por el restante clero diocesano, sus familias y la comunidad de fieles- compartieron una cena fraterna en el Centro Vocacional Diocesano de Villa Zorraquin.+