Miércoles 25 de diciembre de 2024

Mons. Li Shan rezó por las buenas relaciones entre China y la Santa Sede

  • 1 de septiembre, 2023
  • Pekín (China) (AICA)
El obispo de Pekín expuso esa intención al presidir la liturgia eucarística de apertura del año académico en el seminario diocesano.
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Monseñor Joseph Li Shan, obispo de la diócesis de Beijing, dirigió una oración a Dios para que se establezcan relaciones diplomáticas “lo antes posible” entre la República Popular China y la Santa Sede, en ocasión de la solemne liturgia eucarística de apertura del año académico 2023/2024 en el seminario diocesano. 

La misa, presidida por monseñor Li Shan, se celebró en la iglesia del seminario diocesano el lunes 28 de agosto, pocos días antes del viaje del Papa Francisco a Mongolia, informó la Agencia Fides. 

En su camino hacia y desde el gran país asiático, el Papa Francisco, como es habitual, enviará telegramas a los jefes de Estado de las naciones cuyo espacio aéreo cruzará en su vuelo, entre los cuales estará el presidente chino, Xi Jinping. 

A la celebración eucarística en el seminario asistieron, como concelebrantes, el padre Matteo Zhen Xuebing, canciller diocesano, y el padre Zhu Jie, secretario del Consejo para los Asuntos Eclesiales, junto con el rector y los sacerdotes del cuerpo docente.

Durante la homilía, el obispo de Beijing rezó “por el éxito del nuevo año académico, por los seminaristas en su búsqueda de conocimiento, por sus familias y sus benefactores, y por el rápido establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano”. 

Dirigiéndose a los seminaristas, el obispo los animó a seguir sinceramente su vocación y a tener siempre presente su propia identidad, para afrontar con prontitud los problemas de la vida cotidiana. 

El obispo explicó que “Dios nos ha llamado y enviado a cumplir su voluntad, y a nosotros nos  pide que le dediquemos nuestra vida. Para ello hay que vivir acorde con los tiempos”.

Dirigiéndose a los jóvenes que se preparan para el sacerdocio, el obispo citó el Salmo 127 (Los hijos son un regalo del Señor, el fruto del vientre es una recompensa; como flechas en la mano de un guerrero son los hijos de la juventud. ¡Feliz el hombre que llena con ellos su aljaba! No será humillado al discutir con sus enemigos en la puerta de la ciudad).

La asamblea litúrgica también rezó para que el Espíritu Santo descienda sobre el seminario, para acompañar y hacer fructífero el camino académico y vocacional de los seminaristas. Dirigiéndose siempre a los estudiantes del seminario, el obispo retomó también las palabras de la oración de san Pablo en la Carta a los Filipenses: “Esta es mi oración: pido que el amor de ustedes crezca cada vez más en el conocimiento y en la plena comprensión, a fin de que puedan discernir lo que es mejor. Así serán encontrados puros e irreprochables en el Día de Cristo, llenos del fruto de justicia que proviene de Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios".+