Primeras profesiones religiosas en los Cooperadores Parroquiales

Agustín Colombini, Agustín Troncaro y el padre Mariano Oberto hicieron los votos de pobreza, obediencia y castidad. La celebración se realizó en la casa de espiritualidad de Fátima de Rosario.

Los novicios Agustín Ignacio Colombini (de la ciudad de Santa Fe); Agustín Troncaro (de Marcos Juárez, provincia de Córdoba); y el presbítero Mariano Oberto (de la diócesis de Villa María), hicieron su primera profesión religiosa de castidad, pobreza y obediencia en la congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey, en una celebración que se llevó a cabo el sábado 18 de febrero en la casa de espiritualidad de Fátima en Rosario, provincia de Santa Fe.

La Eucaristía fue presidida por el superior general del Instituto, presbítero Enrique Martín Baena, quien se encuentra visitando las comunidades de la Argentina y el Uruguay.

Concelebraron sacerdotes del instituto, el vicario para la vida religiosa de la arquidiócesis de Rosario, presbítero Alberto Murialdo; el delegado del superior general en latinoamérica de la congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y de María; y participaron hermanos y religiosas de la congregación de las Cooperatrices Parroquiales de Cristo Rey; dos diáconos nigerianos, pronto a ser ordenados presbíteros, familiares y amigos.

Los novicios, que escogieron el lema “Antes de formarte en el vientre materno, yo te conocía, antes de que salieras del seno materno te había”, recibieron, luego de haber leído su profesión religiosa, el hábito, el crucifijo y las constituciones del instituto, signos de la consagración.

Al finalizar la misa, uno de los neoprofesos, expresó: "Tengo una deuda con Dios impagable. Sólo me ha pedido que le dedique la vida y no quiere que viva esto como una obligación legal, sino como una relación personal, que a la vez crea nuevos lazos con los demás, con ustedes que están aquí y con muchos que encontré en mi camino y con otros que encontraré, y con todos los que formamos la Iglesia del Señor y mucho más”.

Asimismo, agradeció a “nuestro padres, todos los cooperadores parroquiales de Cristo Rey, padres y hermanos, a las Cooperatrices, a todos nuestros familiares, amigos y a tantos que nos han acompañado con la oración, el sacrificio, la cercanía, el ánimo, el testimonio. Agradecemos a nuestros formadores y al superior general anterior que nos ha alentado y acompañado".

“Nos encomendamos a la querida Virgen María, Madre atenta, a San José, a los ángeles de la guarda, a todos los que desde el cielo nos alientan e interceden para que nos santifiquemos”. “¡La vida más hermosa es la que se vive para Dios y según la vocación a la que Él nos ha llamado! ¡Vivamos esa vida cada uno, según su voluntad!”, expresó.

Los Cooperadores Parroquiales de Cristo son una congregación religiosa de derecho pontificio que busca configurarse a imagen y semejanza de Cristo Rey, pobre, humillado, crucificado, resucitado y misericordioso; anunciando por medios apostólicos de carácter sobrenatural y acompañando a las multitudes, especialmente a los hombres varones, tanto adultos como jóvenes, testimoniando el Reino, la Verdad, llamando a la unidad para que el mundo crea y amando apasionadamente a su esposa la Iglesia, cooperando a la animación espiritual de la parroquia.+