Viernes 15 de noviembre de 2024

Neuquén celebró a San Sebastián

  • 22 de enero, 2021
  • Las Ovejas (Neuquén) (AICA)
Como cada año, las comunidades del norte neuquino celebraron, el 20 de enero, la fiesta en honor de San Sebastián de las Ovejas. La misa central estuvo presidida por el presbítero Diego Canale.
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Sin presencia de peregrinos debido a las condiciones sanitarias por la pandemia del Covid-19, el 20 de enero se llevaron a cabo los festejos en honor de San Sebastián de Las Ovejas, en la diócesis de Neuquén.

Las actividades fueron transmitidas a través de los medios de comunicación, y la misa central estuvo presidida por el presbítero Diego Canale, párroco de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo, departamento Minas.

En su homilía, se refirió al Evangelio: “Qué lindo cómo termina el Evangelio, y qué dolor también, al mismo tiempo de lindo. Esta gente buscaba la manera de acabar con Jesús, ¡y con Jesús nadie puede terminar!”. 

“Y por eso podemos estar acá, por eso podemos confiar, por eso tenemos un amigo en el cielo como san Sebastián. Porque gracias a Jesús, san Sebastián tuvo todo el coraje, el valor y el empeño, para no transar con la mentira, y animarse a jugarse por entero, no solamente una vez sino las dos veces, en el doble martirio de nuestro patrono y amigo”. 

Luego el sacerdote dijo que el centro del Evangelio es la mano paralizada: “Jesús, cuando entra ahí, los ve a todos. Como estaba prohibido hacer algo el sábado, los mira a todos y les dice ¿está permitido o no está permitido hacer el bien?”.

“Jesús tenía como estas dos expresiones: pena e indignación. ¿Qué es lo que le da pena y lo indigna a Jesús? La gente que lo mira desde afuera, los cristianos que a veces lo queremos seguir a Jesús, pero lo miramos desde afuera. A Jesús no se lo puede seguir desde afuera. O se está con Él o sin Él”. 

A su vez, destacó: “Qué bueno esto de Jesús que no se enroscó con ellos. A veces, cuando ves que alguien te está ‘chismeando’, sacando el cuero o criticando, te puede venir la tentación de pelearte y enojarte con esa persona. No perdamos tiempo, nuestro corazón tiene que ser como el de Jesús, animarnos a poner el corazón cerca del que sufre. Jesús no se enroscó, no se peleó con esa gente porque lo estaba “cueriando”. Jesús busca al hombre que tenía la mano paralizada. ¿Y sabés qué? En el Evangelio el nombre de esa persona no aparece, así que podés ponerte vos y me puedo poner yo”. 

“Seguramente San Sebastián también se habrá ubicado en ese lugar. Yo también soy el que tiene la mano paralizada. ¿Cuántas veces nos quedamos de brazos cruzados para no darle la mano al que necesita? ¿Cuántas veces nuestra mano se hecha pa’ atrás? Y sin embargo hoy una de las cosas que más queremos es llegar hasta acá, hasta el Santuario, estirar la mano, extender nuestra mano”. 

“Siempre que vamos a la Iglesia buscamos extender la mano para poder tocar, aunque sea a la distancia, pero poder extender la mano para llegar cerquita de la imagen. Jesús se anima a decirle a esta persona, y se anima a decirte a vos y a mí en este día de hoy, que extendamos nuestra mano”. 

“Hemos traído la imagen que hace 75 años se venera en el Santuario San Sebastián de Las Ovejas. Hoy en el año 75, tiene que venir y tiene que estar, así como guardadita, y es una tremenda pena”, expresó, refiriéndose a la situación impuesta por la pandemia. 

“Para ustedes es difícil no venir, para nosotros ha sido muy difícil que no vengan, no solamente doloroso para el que no viene, también es doloroso para los que estamos y no nos podemos encontrar con ustedes”, admitió. “Desde Jesús queremos encontrarnos en este día de hoy, solamente con Él. Yo los invito a que no seamos cristianos de brazos cruzados”, exhortó. “Estamos hechos para el bien, estamos hechos para buscarlo siempre a Jesús, estamos hechos para ser cristianos que extienden la mano, al hospital, a los enfermos, a los que sufren”.

Finalmente, animó a rezar una oración “extendiendo nuestra mano”, como signo de “una mano para Dios y la otra mano para el que sufre”. Y expresó: “Hoy quizás no nos podemos abrazar, no nos podemos encontrar como quisiéramos, pero en esta imagen desde Las Ovejas para todos los devotos y devotas de San Sebastián, para tantos que han querido venir y no pudieron, para tanta gente que se tuvo que quedar en el campo, especialmente para tantos devotos y devotas que hoy están internados, los que están aislados, los que no pueden salir, tantos abuelitos y abuelitas que a lo largo del año les dijimos que se cuiden, que se queden en casa, y hoy después de tantos años han hecho el sacrificio de no venir. Esta pequeña porción de pueblo cristiano que estamos acá presente, se extiende para todos y cada uno de ustedes, los que miran y los que escuchan, para todos ustedes”. 

“Somos pequeños, somos pobres, somos sencillos, pero desde Dios y con Dios, y siempre de la mano de San Sebastián, queremos seguir a Cristo, aferrarnos a su fe durante toda la vida, por eso en este día, con los brazos extendidos les decimos a todos y cada uno de los peregrinos, aferrémonos a la fe de San Sebastián, aferrémonos a la fe que nos encuentra con Jesús, y que todos y cada uno de ustedes experimenten desde acá, este pueblo que extiende las manos a cada uno de los peregrinos, a todos ellos los ponemos en tus manos Señor y te pedimos que también nos sujetes siempre y nos pongas junto a ti, por intercesión de San Sebastián”, concluyó.+