Multitudinaria peregrinación al santuario de Federación
- 26 de agosto, 2024
- Concordia (Entre Ríos) (AICA)
Unos 6.000 peregrinos llegaron a la casa de la Virgen de la Concordia, patrona de la diócesis homónima. "Pidámosle a nuestra Madre que nos ayude a peregrinar en la vida", invitó Mons. Zurbriggen.
Con el lema 'María, acompaña a tu pueblo en la oración y la misión', unas 6.000 personas de diversas edades peregrinaron el sábado 24 de agosto al santuario de la ciudad entrerriana de Federación (ubicada dentro de los límites de la diócesis de Concordia), para llevar sus intenciones, agradecimientos y oraciones a los pies de la Virgen María de la Concordia, patrona de la jurisdicción eclesiástica.
A los caminantes se sumaron también unos 300 servidores, distribuidos sobre todo en las cinco paradas (El Tangá, Sagrado Corazón, San Roque, San Luis ymel puesto de agua), distribuidas a lo largo del trayecto, que abarca en total 38 kilómetros, entre las ciudades de Concordia y Federación.
El obispo de Concordia, monseñor Gustavo Zurbriggen, presidió la misa central en el santuario, que fue concelebrada por el párroco y otros sacerdotes.
En su homilía, destacó: "Han llegado bien, han llegado contentos a la casa de la Madre, que es un lugar de acogida, porque la Madre siempre espera a sus hijos".
Mirando a los peregrinos, recordó que "nuestro Dios es un Dios caminante, es un Dios que nos sale al encuentro en el camino de la vida, que acompaña nuestro peregrinar, porque la peregrinación que ustedes hicieron hasta llegar aquí es una señal muy importante del camino de la vida; la vida es un camino, una peregrinación que comenzó con fe el día de nuestro Bautismo y que va a terminar en la Casa del Cielo".
"Dios nos acompaña, nos fortalece, nos alienta cuando estamos cansados, está siempre con nosotros, nos levanta cuando estamos caídos, es el Dios que salva, es el Dios con un corazón lleno de ternura", enfatizó.
Y agregó: "Ustedes pueden decir, como el pueblo de Israel, Él nos protegió durante todo el camino que recorrimos. Han sentido la presencia buena de Dios, pueden dar testimonios, volver a sus hogares, y el lunes, en el trabajo, decir: 'Hemos experimentado al Dios del camino, que camina con nosotros, que acompaña'. Él es el Camino, la Verdad y la Vida".
Finalmente, señaló: "Pidámosle a nuestra Madre Inmaculada de la Concordia que nos ayude a peregrinar en la vida, que nos ayude a entender la vida como una camino, pero siempre con Jesús resucitado, siempre con Él".+