Mons. Zordán: Necesitamos que María nos despierte y nos haga sentir hermanos
- 16 de octubre, 2018
- Gualeguachú (Entre Ríos)
La comunidad diocesana de Gualeguaychú peregrinó el lunes 15 de octubre al santuario de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás. Cientos de personas pertenecientes a las distintas comunidades del sur de la provincia de Entre Ríos se encontraron al mediodía en la plaza de la ciudad para marchar hasta el santuario de la Virgen y celebrar allí la Eucaristía, presidida por el obispo de Gualeguaychú, monseñor Héctor Luis Zordán.
"Hemos venido hasta aquí para contemplar el gesto de Jesús que nos señala la figura tierna de María, y a escuchar de nuevo, como dicho a cada uno de nosotros: ?aquí tenés a tu madre?. Y siempre que miramos sus ojos maternales, ella ?despierta el corazón filial que duerme en cada hombre?. ¡Necesitamos que ella nos despierte! ¡Necesitamos que ella nos haga sentir hijos!", afirmó el prelado.
"¡Cuánto necesitamos que ella nos despierte aún más y nos haga sentir hermanos! Necesitamos crecer en la capacidad de sentir al hermano como ?uno que me pertenece?, para saber compartir sus alegrías y sus sufrimientos, para intuir sus deseos y atender sus necesidades, para ofrecerle una verdadera amistad", destacó. "La necesitamos para que nos haga sentir hermanos, incluso de los que no piensan como nosotros o usan otros pañuelos? Necesitamos cultivar ?la capacidad de ver ante todo lo positivo que hay en el otro, para acogerlo y valorarlo como regalo de Dios: un don para mí?", consideró.
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Monseñor Zordán llamó a los fieles a "ser una Iglesia cada vez más familia y menos ?oficina de trámites?; necesitamos ser una Iglesia más fraterna y cordial, y menos burocrática. Hay palabras que no podemos dejar de lado en nuestras comunidades y necesitamos que sean cada vez más frecuentes, en el uso y en la práctica: escucha, apertura, entusiasmo, impulso, alegría, ?ser parte?, inclusión, cercanía, presencia, visita, animación, comunicación, creatividad, compañía, respeto, sinceridad, empatía, mirada a la diversidad, pensar, compartir", detalló. "Esto que le pidieron los jóvenes a la Iglesia en la Argentina en el mensaje final del Encuentro Nacional de Juventud en Rosario, y que los adolescentes y jóvenes de nuestra diócesis me pidieron a mí en sus manifiestos de los respectivos encuentros diocesanos, son expresiones que reclaman un clima de familia", reconoció.
Finalmente, el obispo aseguró que "no podremos contagiar la fe a las nuevas generaciones si no nos decidimos en serio a vivir y a ofrecer una experiencia de familia en cada comunidad cristiana. Por eso también queremos pedirle a la Madre que su presencia en nuestras comunidades nos haga ser y sentir familia. ¡Lo necesitamos?!".
"Queremos que nuestras comunidades sean familias acogedoras donde nos dé ganas de estar y de quedarnos; que haya un ambiente familiar que atraiga y otros se animen a venir y a quedarse; que haya espacio para todos y todos se sientan a gusto: los chicos, los adolescentes, los jóvenes, los adultos, los ancianos; que todos se sientan escuchados y animados a vivir con alegría el Evangelio de Jesús", concluyó.+
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