Mons. Wagner: 'Los óleos son signo de unidad y comunión de la iglesia diocesana'
- 4 de abril, 2025
- Comodoro Rivadavia (Chubut) (AICA)
El obispo de Comodoro Rivadavia celebró la misa Crismal en la que los sacerdotes renovaron sus promesas. "No dejen de rezar por los sacerdotes y por las vocaciones", manifestó.

El obispo de Comodoro Rivadavia, monseñor Jorge Wagner, presidió la celebración de la Misa Crismal el jueves 3 de abril en la catedral San Juan Bosco, que fue concelebrada por el obispo emérito, monseñor Joaquín Lahoz, junto con el párroco del templo y el clero diocesano.
En la antesala a la celebración, durante la mañana de ese día, los sacerdotes participaron junto con el pastor diocesano de un retiro. Luego, en la misa, el clero renovó sus promesas sacerdotales ante el obispo y la comunidad.
En la homilía, el prelado señaló: "Vivimos en esta tarde un momento que es muy significativo para nuestra diócesis. La celebración de esta Misa Crismal nos congrega para la bendición de los óleos, en la cual también se manifiesta el signo de unidad y comunión visible de la Iglesia diocesana. Hoy con todo el presbiterio que va a renovar sus promesas sacerdotales, los diáconos, las distintas comunidades".
"Muy significativa también para mí -dijo- que por primera vez presido esta Eucaristía como obispo de esta diócesis de Comodoro. Monseñor Wagner aseguró que es "significativa esta celebración porque hoy, con todos los sacerdotes que están aquí presentes, las comunidades y el obispo, quieren agradecerles a ustedes su servicio, su ministerio, su entrega".
"En esta Eucaristía queremos entregarle al Señor, ofrecerle al Señor todo eso que hoy, desde el retiro, comenzó a pasar por el corazón, pero que sigue pasando en el corazón y también en la misa a partir de la proclamación del Evangelio que escuchamos", agregó.
"Jesús quiso tomarnos y ejercer su sacerdocio por medio de nosotros"
El obispo de Comodoro Rivadavia aseguró: "Qué conmovedor, qué inconmensurable es este misterio. Sin mérito de nuestra parte, con nuestras fragilidades y debilidades. Por eso que bueno que nos hayan invitado con el pensamiento y con el corazón, y desde lo que hemos escuchado en el Evangelio, ir a esa 'nuestra Nazaret'. Esos momentos y aquellos días tan intensos donde el corazón palpitaba tan fuerte y tan feliz".
"Qué bien nos hace -dijo- confrontarnos con esas vivencias tan profundas en este 'hoy' de esta Eucaristía de Misa Crismal, de ahí podamos proclamar lo que decía el salmista: 'Cantaré eternamente el amor del Señor, otra traducción dice cantaré eternamente las misericordias del Señor. Las misericordias del Señor a lo largo de nuestra vida, porque la rutina puede hacer que se debilite algo que es tan grande, un misterio que necesitamos por supuesto siempre traer al corazón y reavivar la gracia. Por eso hoy ustedes van a renovar sus promesas sacerdotales realizadas en el día de la ordenación".
Señaló también, "qué bien nos hace como sacerdotes cuando nos encontramos gratuitamente, cuando nos ayudamos espontáneamente, cuando vamos colaborando en las actividades pastorales. Cuando se da la cercanía en las pruebas, cuando hay que sembrar entre lágrimas, compartir el descanso, valorar las obras realizadas por el hermano en el sacerdocio".
"Y finalmente -continuó- una palabrita para el pueblo de Dios: lo que le pido a todo el pueblo de Dios, a ustedes queridos hermanos, es que no dejen de rezar por los sacerdotes; no dejen de rezar por las vocaciones que tanto las necesitamos en toda la Patagonia. En general, pero de una manera especial en nuestra Patagonia".
"Que nos sostenga la virgen María, concluyó el obispo, para que como ella también nos dejemos llevar por el Espíritu Santo para seguir hasta el fin en nuestra misión terrena, la que nos ha regalado el señor, en el camino el señor nos va preparando cada día".+