Mons. Urbanc ordenó un nuevo sacerdote en Catamarca
- 9 de octubre, 2018
- San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
El viernes 5 de octubre monseñor Luis Urbanc, obispo de Catamarca, ordenó sacerdote al diácono Gabriel Cayetano Lencina, en la catedral Nuestra Señora del Valle. "Que la Virgen del Valle cubra en todo momento con su manto materno a nuestro hermano Cayetano, para que sea sacerdote según el Corazón de Cristo", le dijo el obispo.
El joven se formó durante los últimos ocho años en el Seminario Mayor de la arquidiócesis de Tucumán. Religiosas, sacerdotes y compañeros seminaristas acompañaron al neopresbítero durante la celebración, junto con los fieles de las distintas comunidades que transitó en sus años de seminario.
Monseñor Urbanc, en su homilía, expresó su gratitud a la comunidad presente: "El Señor nos bendice con el don del sacerdocio ministerial. Muchas gracias, Cayetano, por tu sí, semejante al de la Virgen María, muchas gracias a los papás, Julio César y María Cristina, por su generosidad y cristiano acompañamiento. Muchas gracias a los formadores y profesores del seminario de Tucumán representados por su rector, el presbítero Marcelo Lorca".
Dirigiéndose al joven, le dijo: "Pensando en mi ordenación sacerdotal hace 36 años, me imagino y me pongo en tu lugar. Cuántos sentimientos e ilusiones estarán ocupando tu mente en estos días y sobre todo en esta hora, que adquiere un significado profundo unido a la hora de Jesús, según el decir del evangelista san Juan".
Haciendo referencia a las lecturas elegidas para la ceremonia, el obispo predicó: "Aparece con mucha fuerza el llamado que Dios te ha hecho en consonancia con el profeta Jeremías: ?Antes que te formaras en el vientre de tu madre, te conocí y te consagré?. En segundo lugar, tienes que saber y aceptar que tú eres la respuesta de Dios a la súplica incesante que le hace su pueblo, como eco de la incisiva exhortación de Jesús: ?La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen pues al dueño de la mies que mande obreros a su mies?. En tercer lugar, te asaltará el temor ante tamaña responsabilidad, por ser consciente de tus límites, carencias, deficiencias de los que de hoy en más serán tus hermanos en el presbiterio y las dificultades actuales por las que pasa la Iglesia", expresó el obispo al nuevo sacerdote.
A los laicos y sacerdotes presentes, les pidió que sigan rezando y trabajando por las vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras, "a fin de que a nuestra diócesis no le falten humildes, sabios y santos servidores del pueblo de Dios, dispensadores de los sacramentos y verdaderos artesanos de la caridad cristiana", señaló.
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Luego se dirigió a la Virgen del Valle, para que "cubra en todo momento con su manto materno a nuestro hermano Cayetano para que sea sacerdote según el corazón de Cristo, siempre cercano a los pobres, enfermos y golpeados por la dureza de la vida y la indiferencia de los demás. Que sea fiel al Señor que lo llamó y dé testimonio de esta fidelidad en un mundo descreído de ella. Que haga de su vida una diaria oración y ofrenda al buen padre Dios, para ser ante los demás un auténtico maestro de relación con Dios, con el prójimo y con la creación. Y que llegue a ponerse a la altura de la humildad, sabiduría, pobreza, generosidad, sacrificio, abnegación y servicio de nuestro querido comprovinciano el venerable padre Esquiú", mencionó.
El joven ordenado prometió obediencia y respeto al obispo y a sus sucesores, y se postró en el suelo mientras la asamblea cantó las letanías de los santos. Seguidamente, monseñor Urbanc junto con los sacerdotes presentes le impusieron las manos. Sus padrinos sacerdotales ayudaron al neopresbítero a revestirse con la estola y la casulla y allí recibió el cáliz y la patena.+