Mons. Scicluna: Hay una sed de verdad y justicia en el asunto de los abusos
- 9 de octubre, 2018
- Ciudad del Vaticano
En el caso de los abusos "buscar la verdad es esencial", subrayó el arzobispo de Malta, monseñor Charles J. Scicluna, durante la conferencia de prensa, que se realizó ayer en la Oficina de Prensa de la Santa Sede para informar sobre los trabajos de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.
Respondiendo a las preguntas, el arzobispo de Malta manifestó a los periodistas que este escándalo, que también aparece en el "Instrumentum laboris en el apartado 66", es una fuente de "vergüenza", sobre todo porque "la mayoría de las víctimas son jóvenes, con heridas infligidas precisamente por quien debería haberlas curado", lo que exige elevar el "umbral de responsabilidad".
Sed de justicia y de verdad
Monseñor Scicluna refirió que "la justicia no debe tomar una cantidad de tiempo exagerada" y que el Papa también sufre a causa de esta lentitud, aunque es consciente de los tiempos de la "jurisdicción civil".
El prelado insistió entonces en que "todos necesitamos misericordia", pero que "la misericordia está vacía si no respeta la verdad y la justicia".
Pensando en el encuentro convocado en el Vaticano del 21 al 24 de febrero de 2019, para discutir la protección de los menores y la prevención de los abusos, añadió que es importante ir a la "raíz" del problema, recordando que "el ministerio debe ser un servicio y no un abuso de poder".
Finalmente, el arzobispo de Malta también quiso recordar a los muchos sacerdotes "santos" que trabajan y "confían en el Señor". "La santidad -concluyó- es el encuentro entre la debilidad del hombre y la misericordia de Dios".
Los jóvenes y la búsqueda de la felicidad
Por su parte, durante la misma reunión de prensa, el padre sinodal elegido por la Conferencia Episcopal francesa, el obispo auxiliar de Lyon, monseñor Emmanuel Gobilliard, recordó también los otros temas que han surgido hasta ahora durante el encuentro: la solidaridad entre las generaciones, la contribución de las mujeres a la misión de la Iglesia, la cuestión de las migraciones y la de la sexualidad, así como la búsqueda de la santidad.
"Cada joven está llamado a la felicidad, a la santidad, al encuentro con Cristo", dijo, recordando también las recomendaciones del papa Francisco a los obispos. "El ser humano", pues, "debe ser acogido en su complejidad y no confinado a una simple identidad", debe "ser sustantivo y no adjetivo". +