Viernes 15 de noviembre de 2024

Mons. Scheinig a los jóvenes: "La clave de la vida es entregarla"

  • 24 de noviembre, 2021
  • Luján (Buenos Aires) (AICA)
Los jóvenes de la arquidiócesis de Mercedes-Luján, participaron este fin de semana de la primera Jornada Mundial de la Juventud Arquidiocesana.
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Con el lema "Levántate. Te hago testigo de las cosas que has visto", los días 20, 21 y 22 de noviembre se llevó a cabo en Luján la primera Jornada Mundial de la Juventud Arquidiocesana.

Fueron días de encuentro, escucha, misión, oración, celebraciones, alegría y mucha vida compartida, que concluyeron el lunes 22 al mediodía con una peregrinación desde la Plaza Colón hasta el Santuario de Luján, donde los jóvenes pusieron sus vidas, sus proyectos, sus sueños y esperanzas, a los pies de María de Luján.

El arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, presidió la Eucaristía, acompañado de muchos sacerdotes de las distintas comunidades, en la que dio gracias a Dios y a María de Luján por esta Jornada, y a todo el Equipo de Pastoral de Juventudes, que coordinados por el presbítero Emiliano Aguirre y el diácono Mario Roldán, han hecho posible estos días de encuentro con su entrega generosa.

En su homilía, monseñor Scheinig se refirió al Evangelio de Juan: "Jesús está en la Cruz, ha dado todo. No sólo en la Cruz, en su vida lo dio todo. Todo lo que sabía, todo lo que podía hacer, toda su fuerza. Dio todo".

"Un corazón tan apasionado como el de Jesús, estaba llamado a dar la vida. No dar cosas, darse. Quiero decirles una frase que me gustaría que guarden. Por favor, guarden esta frase. 'Donde hay pasión, no hay lugar para la adicción'".

"Jesús un hombre apasionado, se entrega. Y ahí en la Cruz, entrega todo. También nos entrega a su Madre", destacó.

"Imagínense a Jesús aquí, diciéndole a la Virgen de Luján: 'Ahí están tus hijas, tus hijos'", animó. Y llamó a preguntarse: "¿Qué es ser cristiana, cristiano? Es apostar la vida, entregándola. Entregar la vida". La clave de la vida, afirmó, es entregarla, sin reservas.

En ese sentido, hizo hincapíé en las palabras que acompañaron el encuentro: "¡Levántate, despiértate! Porque la tentación es dormirse, la tentación es quedarse quieto. Ustedes son una generación, chicas, chicos, que tienen una vida intensa. Son muy probados", reconoció.

"Yo tengo 62 años y la mía fue una generación que también la vivimos mal. Yo tengo algún amigo desaparecido. Pero ustedes son una generación que tienen la capacidad de la tecnología como no la hubo hasta ahora. Posiblemente la habrá más. Y al mismo tiempo tocaron la muerte, tocaron la fragilidad. Es un contraste muy fuerte esto. Tener mucho y tener nada. Es una cosa muy difícil de sostener psicológica y espiritualmente".

"Ustedes son una generación probada. La tentación va a ser dormirse, quedarse quietos. Por eso despiértense, levántense. Despertémonos, díganmelo a mí también si me ven dormido o quieto. La clave es entregar la vida", insistió.

"Hagámoslo juntos", exhortó el prelado. "Es muy difícil enfrentar semejante mundo en soledad. La soledad te mata, te arrincona, te acobarda, la soledad te achica y te hace dudar. Pero cuando te juntás, compartís, te das cuenta que es posible. Que hay otros que sueñan como vos. Que hay otros que desean como vos. Uno siente adentro un fuego, unas ganas de dar, de darse, de cambiar. ¡Háganlo!", instó.

"El mundo necesita reconstruirse. El mundo necesita novedad, esa novedad que no la van a dar los que tienen el poder. Es un sueño pensar que un grupito con poder político, económico o con poder de la tecnología van a poder cambiar el mundo. Eso es un sueño. Van a intentar dormirnos más", advirtió. "Ustedes sienten en el corazón algo que es importante que lo entreguen. ¡Anímense!".

"Ustedes son chicas y chicos de Iglesia. No es una mala palabra. Esta es la iglesia que ustedes conocen. En esta Iglesia hubo abusos y eso nos ha roto a todos, a ustedes, al Papa, a mí. Nos ha roto. Abusos sexuales, abusos de poder. En esta Iglesia se han maltratado personas", admitió el prelado. "Pero en esta Iglesia nacieron ustedes en el bautismo. En esta Iglesia ustedes son alimentados por la Palabra. En esta Iglesia nació Carlo Acutis y tantas santas y santos de la puerta de al lado", enumeró. "Por eso, la Iglesia necesita de ustedes. Yo, obispo, los necesito. Los sacerdotes, las comunidades, necesitamos de ustedes".

Y aclaró: "No de la mano de obra de ustedes. Necesitamos de su corazón, del latido de su corazón, de la entrega de ustedes, para que podamos salir de la tentación de estar dormidos. Necesitamos que ustedes nos despierten. Por eso les abrimos las puertas, les abro las puertas", afirmó.

Al final de la homilía, monseñor Scheinig formuló a los jóvenes tres preguntas y un compromiso, a las que los jóvenes presentes respondieron con un fuerte "sí": a ser discípulos de Jesús, misioneros, a caminar juntos, a construir un mundo nuevo.

Al final de la misa, el diácono Mario Roldán –que será ordenado sacerdote el próximo sábado 4 de diciembre en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Lobos- realizó ante el arzobispo, el vicario general y todos los jóvenes, la profesión de fe y el juramento de fidelidad antes de su ordenación.+