Mons. Santiago: María del Rosario recuerda que cuidarnos es una regla de oro
- 25 de septiembre, 2020
- San Nicolás (Buenos Aires) (AICA)
Los 37 años del acontecimiento mariano de San Nicolás se vivieron en modo pandemia, por lo que la imagen de la Virgen salió al encuentro de los fieles y las misas fueron seguidas por las redes.
El obispo de San Nicolás de los Arroyos, monseñor Hugo Norberto Santiago, recordó que María y José corroboran que cuidar el uno del otro es “una regla de oro”, al presidir la misa central por el 37° aniversario del acontecimiento mariano en esta ciudad bonaerense.
La fiesta en honor de María del Rosario de San Nicolás, con el lema "Madre del pueblo, esperanza nuestra”, se llevó a cabo en modo pandemia, por lo que muy pocos fieles se acercaron hasta el santuario y en gran número siguieron las celebraciones a través de las redes sociales.
Una réplica de la imagen de María del Rosario salió desde el santuario y recorrió las calles de San Nicolás a bordo de una camioneta, mientras los fieles la saludaban a su paso.
“En este 2020 no podemos reunirnos junto a ella. Pero María del Rosario de San Nicolás salió del santuario al encuentro de cada uno de sus hijos, en sus hogares”, destacaron desde el obispado local.
En su homilía, monseñor Santiago aseguró que “la pandemia ha enseñado que, como María y José cuidaron de Jesús, de la misma manera nos tenemos que cuidar entre nosotros, porque si uno está sano, su entorno permanece sano, pero si está enfermo, todo su ambiente se enferma y después la sociedad colapsa por la enfermedad”.
“Como María y José cuidaron el nacimiento de Jesús en el pesebre de Belén, nosotros tenemos que cuidar y promover la dignidad de la vida naciente, porque como en Jesús había un proyecto de Dios y gracias a Él nos salvamos, del mismo modo, en cada persona que nace hay un proyecto que es un bien para la humanidad”, puntualizó.
“Como María y José huyeron a Egipto llevando a Jesús porque Herodes, erróneamente lo quería matar, tenemos que huir del vacío de Dios, tenemos que evitar que Jesús muera en la familia, en la escuela, en los ambientes”, pidió, y agregó: “Los valores de Jesús mantienen unida a la familia, Jesús y sus valores se tienen que enseñar en la Escuela; Jesús y sus valores tiene que alimentar el bien común de toda nuestra Nación Argentina; no lo persigamos, no lo matemos, hagamos que viva”.
El prelado prosiguió con su paralelismo, al expresar: “Como Jesús sintió compasión por las personas porque estaban como ovejas sin pastor, sin cuidador, sintamos compasión de los niños sin un hogar, de los enfermos, de los ancianos, de los más vulnerables, y brindémosle cuidado, ternura, cercanía”.
“Como el Padre Creador nos regaló la casa común del planeta y lo puso bajo nuestra responsabilidad, cuidemos el planeta, contemplemos su belleza, no lo veamos como un bien de consumo que saqueamos, provocando el calentamiento, y las catástrofes, causadas por la explotación desmedida”, sugirió.
El obispo nicoleño subrayó que “como Jesús dijo en las bienaventuranzas: ‘Felices los que tienen hambre y sed de justicia’; cuidemos la justicia, porque como dijo San Juan Pablo II: ‘si quieres la paz, trabaja por la justicia”, sin justicia no habrá paz social”.
“Cuidemos la paz social cuidando la justicia; integremos a los que no tienen oportunidades, no mediante dádivas, sino mediante el trabajo, la educación, porque nadie, por la conciencia de su dignidad, quiere que le den en limosna lo que pueden ganar con sus manos”, requirió.
Al final de su reflexión, monseñor Santiago hizo un llamado: “Velemos, estemos despiertos y cuidemos nuestra oración, para que Jesucristo nuestro Salvador y la Virgen Santísima estén en nuestra conciencia, de la conciencia pasen a nuestro estilo de vida y desde nuestro estilo de vida animen a la familia, a la escuela, a las organizaciones intermedias y a la sociedad toda, viviendo así seremos artífices de esperanza, de la esperanza cierta de una vida más humana para todos, mientras caminamos a la Patria del Cielo”.
“María del Rosario de San Nicolás, gracias por cuidar a Jesús, gracias por cuidarnos como la mejor de las madres, ayúdanos a ser como vos. ¡Viva la Virgen!”, concluyó.+