Mons. Santiago: "Hay una vida que nos rodea aunque no la vemos"
- 20 de mayo, 2019
- San Nicolás (Buenos Aires)
El obispo de San Nicolás de los Arroyos, monseñor Hugo Santiago, compartió con los fieles la reflexión correspondiente al quinto domingo de Pascua. Con el título "Dos modos de concebir la vida", aseguró que "hay una vida que nos rodea aunque no la vemos, hay una presencia de Dios que nos acompaña, que nos da señales de bondad aunque no siempre la sentimos".
"Si nos preguntamos sobre el sentido de la vida, hay sólo dos lógicas, dos modos de pensar y, como consecuencia, de vivir", señaló, y explicó: "Si Cristo vive resucitado y eso significa también nuestra vida más allá de la muerte, vale la pena hacer nuestro el modo de pensar y de vivir de Jesús: la oración a Dios, el amor y el servicio a los demás, el corrernos del centro y pensar en los otros, la solidaridad, en fin, una ética de valores que surgen del estilo de pensar y de vivir de Jesús y se centra en amarnos los unos a los otros como Él nos amó".
"En cambio, si Cristo no resucitó y nuestro fin está en la muerte, entonces pasémosla bien hoy, disfrutemos de la vida, pensemos en nosotros, hagamos ?la nuestra?. En otras palabras, pierde sentido una ética, un estilo de vida según los valores que surgen del Evangelio porque, total, mañana moriremos y ahí se acabará nuestra historia; no hay futuro, sólo hay presente", advirtió.
"En Pascua los cristianos celebramos que Cristo vive y que nosotros viviremos más allá de esta vida, y por eso tiene sentido rezarle a Dios, darle gracias por la vida y amar a los demás como Él lo hizo; en fin, tiene sentido vivir una moral que surge del estilo de vida de Jesús", aseguró.
"Si bien se trata de una realidad de fe, hay signos que nos ayudan a creer en una vida más allá de la muerte. En Lourdes, Francia, donde se apareció la Virgen, la Iglesia ha constatado muchos milagros, ya que la ciencia médica no ha podido explicar la curación de varios enfermos", expresó el obispo.
En ese sentido, relató: "Conocí un testimonio que me impactó: un hombre que tenía esclerosis en placas, enfermedad que lo había postrado en una silla de ruedas, hacía veinticinco años. Fue a la gruta de Lourdes y en un momento tuvo una visión: la Virgen que sonriente le decía que se incorpore, que deje la silla de ruedas. Cuando llegó a su casa, notó que desaparecía la rigidez de sus piernas, se incorporó y comenzó a caminar; lleno de alegría llamó a sus hijos para compartirle la buena noticia. Uno de sus hijos testimoniaba que desde que tenía uso de razón había visto a su padre en silla de ruedas. Los médicos testimoniaron que la esclerosis en placas era una enfermedad irreversible e incurable".
"La conclusión es sencilla", consideró el prelado: "Si la Virgen María se aparece y hace un milagro, es porque vive; en una modalidad que desconocemos, pero vive. No podría aparecerse y hacer un milagro si estuviese muerta. Además, la Virgen María no es Dios, es creatura como nosotros, por lo tanto es un signo de esperanza de que lo que nos prometió Jesús, que viviremos más allá de esta vida. Aunque no sabemos la modalidad, es verdad, no es un cuento para niños, es una realidad maravillosa, hay una vida que nos rodea aunque no la vemos, hay una presencia de Dios que nos acompaña, que nos da señales de bondad aunque no siempre la sentimos", sostuvo.
"Eso da sentido a nuestra vida cristiana, nos anima a corrernos del centro, a rezarle a Dios, a alabarlo por su bondad y a desgastarnos por el bien de los demás, a amarnos como Jesús nos amó, porque ese es el camino que hace más habitable este mundo y lleva a la vida plena", concluyó.+
» Texto completo de la reflexión