Mons. Olivera llamó a "agradecer el gran esfuerzo que hacen nuestros hermanos de las fuerzas"
- 5 de junio, 2019
- Formosa (AICA)
El obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, recorre el territorio formoseño en el marco de su primera visita pastoral a la región. Allí, visita las diferentes divisiones de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, comparte celebraciones de la Eucaristía y momentos fraternos. "Los argentinos debemos agradecer el gran esfuerzo que hacen nuestros hermanos de las fuerzas", aseguró el prelado al concluir la primera jornada.
A su llegada, fue recibido en el aeropuerto por autoridades del Ejército Argentino, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la Gendarmería Nacional Argentina y la Prefectura Naval, junto con capellanes castrenses de la región.
Monseñor Olivera visitó al obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero Gallego, con quien compartió un momento de diálogo fraterno, para luego trasladarse a las instalaciones de la Gendarmería Nacional Argentina, donde junto a los efectivos compartió un almuerzo.
El prelado viajó después a Clorinda, donde visitó a efectivos de las Fuerzas Federales de Seguridad apostadas en ese sector de la provincia. En la misma ciudad, luego de su recorrida, presidió la misa en la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles.
Concelebraron el capellán mayor de la Gendarmería, padre Jorge Massut; el capellán mayor de la Prefectura, padre Diego Tibaldo; el capellán de la Gendarmería agrupación Formosa, padre Mario Bissaro;y el capellán de la Fuerza Aérea, padre Rafael Mélida.
Tras la celebración de la Eucaristía, monseñor Olivera expresó: "Siempre es una alegría muy grande poder visitar a los hombres y mujeres de nuestra Patria, que respondieron a su vocación de servicio en las distintas fuerzas, tanto en las Fuerzas Armadas, como los efectivos del Ejército Argentino, con quienes pude dialogar en la capital provincial, como también a quienes integran las Fuerzas Federales de Seguridad. En esta ocasión en la zona del Pilcomayo, pude entrevistarme con personal de la Prefectura Naval Argentina y Gendarmería Nacional Argentina que se encuentran en Clorinda", señaló.
Consultado sobre qué pensamientos tuvo al estar tan cerca de los efectivos, afirmó: "Es en estos encuentros donde uno siente un gozo muy grande al estar acompañándolos, pues podemos advertir cuánto tenemos que agradecer los argentinos el gran esfuerzo que realizan nuestros hermanos de las fuerzas. Ellos ofrecen su vida para cuidarnos de tantos ilícitos y amenazas que en las tierras de fronteras son una intimidación a la seguridad nuestra y que sumado a la pobreza, se potencia".
Además del acompañamiento, el obispo reveló un elemento fundamental de su visita, ya que este viaje a Formosa, y en especial en la zona de Clorinda, tiene por objetivo "poder estar cerca de nuestros efectivos que se encuentran junto a quienes están sufriendo mucho a raíz de las inundaciones, y que a consecuencia de ellas, muchos debieron abandonar sus hogares y están viviendo precariamente a orillas de la ruta. Allí, están nuestros hombres y mujeres de Gendarmería y Prefectura, quienes se encuentran respaldándolos, ayudando y colaborando. Quiera Dios que prontamente puedan solucionarse todos estos inconvenientes que están pasando nuestros hermanos", rogó.
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Con la presencia del obispo en el Escuadrón XV de Gendarmería Nacional Bajo Paraguay, el capellán mayor de la Gendarmería Nacional Argentina, padre Jorge Massut, celebró la misa, concelebrada por el capellán castrense de la Agrupación Formosa de la Gendarmería Nacional, padre Mario Bissaro.
En su homilía, el padre Massut se refirió a la preparación para el tiempo de Pentecostés: "Debemos prepararnos y para ello es importante saber el significado que representa en nuestras vidas el Espíritu Santo. En tal sentido, los dones son fundamentales, la acción de cada uno de los ellos, así como la acción de Dios, los cuales nos ayudan a ser mejores personas, mejores cristianos, mejores gendarmes".
Además, llamó a "cuidar la familia, trabajar sobre la unidad de ella, impedir que se meta la violencia" y animó a que haya "cordialidad, buen trato, la presencia del respeto, del cariño y la responsabilidad en el ejercicio de la profesión".
"Al descubrir estos dones, podremos entender cómo la presencia del Espíritu Santo en nosotros nos va santificando, nos hace vivir en el bien pero, muy por el contrario, la ausencia de Dios hace que el mal se vaya metiendo y adueñando de nosotros".+