Mons. Ojea destaca el liderazgo de Francisco, el Papa de la fraternidad

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina hace un balance de los 8 años del pontificado de Bergoglio y asegura que en la encíclica Fratelli tutti aparece "el gran legado de este papado".

El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea, destacó el liderazgo "indiscutible" del papa Francisco, al hacer un balance de los 8 años del pontificado de Jorge Bergoglio. 

"Con enorme alegría saludamos este octavo aniversario. Hay un liderazgo indiscutible del Santo Padre en medio de esta pandemia que nos enseña a ser mejores personas", sostuvo el prelado en una entrevista con la agencia Télam.

"Al celebrar este octavo aniversario del papado de Francisco, no podemos dejar de poner nuestra mirada en aquel 27 de marzo del año pasado en la Plaza de San Pedro, vacía y lluviosa, con el Papa dejándonos ese texto del Evangelio de San Marcos sobre la tempestad: nadie se salva solo, todos estamos remando juntos", memoró.

Monseñor Ojea consideró que "a partir de entonces, el Papa de alguna manera se transforma, en un momento de crisis y de pandemia, en un líder de la humanidad, más alla de los católicos".

"Muchos hemos querido buscar en este tiempo el apoyo del magisterio del Papa, en la predicación de las misas de Santa Marta, en las catequesis sobre la doctrina social de la Iglesia, en la carta a los movimientos sociales, en la carta a los sacerdotes". "Ha trabajado este año de una manera incansable".

"Da la impresión de que él ha visto con claridad que, al tocar fondo la humanidad en esta pandemia, se desnuda más claramente la desigualdad entre nosotros y aparecen entonces más claras las opciones que tienen que ver con la fraternidad".

El presidente de la CEA afirmó que en la encíclica Fratelli tutti aparece "el gran legado de este papado" y puntualizó: "Inspirada en San Francisco de Asís y en el encuentro con el imán, el Papa va tejiendo lazos solidarios y de unidad con toda la otra parte del mundo, con el mundo musulmán. Ha estado con los sunitas, ahora con los chiítas en el último viaje a Irak".

"Es un modo de querer enseñarnos cómo se convive con las diferencias, de cómo se vive ese poliedro para poder salir humanamente de una crisis tan grande".

"Para nosotros los creyentes, con la mirada puesta en Jesús, porque es el Evangelio mismo el que nos enseña que toda persona humana es hermana nuestra", concluyó.+