Mons. Moon: "El desierto es para meditar lo esencial de nuestra vida"

En este primer domingo de Cuaresma, el obispo de Venado Tuerto exhortó a entrar en el desierto, despojarse de lo que distrae y ofrecer el ayuno corporal los viernes.

En su homilía de este primer domingo del tiempo de Cuaresma, el obispo de Venado Tuerto, monseñor Han Lim Moon, comenzó reflexionando sobre el apuro que incluso puede llevar a la muerte, y puso como ejemplo los accidentes de tránsito. 

Por eso, con relación al Evangelio, señaló que este pasaje es una invitación al desierto con Jesús, "a un lugar reservado donde no llega el celular, ni la televisión ni la computadora; un momento tranquilo en el que uno está con el Señor, para meditar las cosas esenciales de nuestra vida, desprendernos de la tentación".

En línea con esto, invitó a vencer los apuros cotidianos y explicó: "Uno tiene que tener tiempo para poder hacer discernimiento. Si uno está corriendo todo el tiempo, no puede meditar y hacer un buen discernimiento. Meditamos para obedecer la Voluntad de Dios y no hacer el propio antojo".  

Además, manifestó: "El desierto es un lugar silencioso, apto para meditar en las cosas esenciales de nuestra vida. Uno tiene que estar con lo más necesario, esenciales para vivir".

Luego, hizo una conclusión sobre las tres tentaciones de Jesús. En cuanto a la tercera tentación, expresó que el demonio invitó a Jesús a hacer su propia voluntad. El obispo advirtió que esto es someter a Dios al antojo propio y a hacer su propia voluntad.

Por último, para poder entrar en el desierto y meditar lo esencial, monseñor Moon exhortó al ayuno corporal todos los viernes de Cuaresma. De esta forma, "nuestro estómago nos indica que estamos en un tiempo diferente". También afirmó que es una práctica que produce muchas bendiciones, porque "al no comer, tenemos tiempo para leer la Palabra de Dios, tiempo para meditar y discernir en qué tentaciones estamos cayendo", concluyó.+