Mons. Mestre: "Conversión es dejar que Dios entre en nuestra vida"
- 9 de diciembre, 2021
- Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
En este segundo domingo de adviento, con el llamado a la conversión, el obispo de Mar del Plata resumió en tres palabras su mensaje: historia, conversión y grito.
En este segundo domingo de adviento, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Antonio Mestre, invitó a reflexionar en este mensaje de salvación y conversión en tres puntitos: "asumir a Dios en nuestra historia", "quitar los obstáculos para la conversión", y ser voz que grita que "la salvación es para todos".
Dios en nuestra historia
El obispo comenzó diciendo: “Dios se da a conocer en la historia, en una historia puntual y concreta con personas y acontecimientos. Así es como se revela Dios ayer, hoy y siempre. Su presencia no es atemporal sino profundamente encarnada en las realidades terrenas e históricas”.
Por eso, invitó a preguntarse “dónde la Palabra de Dios o el Dios que es Palabra se está revelando como lo hizo con Juan Bautista en el tiempo histórico que nos describe el Evangelio”. Y llamó a no ser “espiritualista” y no vivir la fe desconectada de la historia.
Conversión preparando el camino
En según lugar, resaltó que “la Palabra invita a la conversión de nuestros pecados. Esto consiste en un cambio de mentalidad integral, un cambio de corazón, un girar en 180 grados para ser fieles a los mandamientos de la Alianza”.
Sin embargo, aclaró que “todo esto será posible si el Señor tiene la primacía en nuestro corazón. Él está viniendo a nuestra vida y reclama de nosotros quitar todo obstáculo y facilitar este encuentro”
En ese sentido, señaló: “Allanar senderos, rellenar valles, aplanar montañas y colinas, enderezar senderos y nivelar caminos desparejos es quitar todo obstáculo al Dios que viene a nuestro encuentro”
Y profundizó: “Conversión no es cambiar algo de nuestra moralidad sino darle lugar a Dios que entra en nuestra vida. Entra en nuestra vida para que con su poder podamos convertir todo lo que no sea camino de fidelidad a la Alianza”.
Una voz que grita la salvación de Dios
Para finalizar, explicó que “Juan es la voz que grita en el desierto, se repetirá también el domingo que viene”.
En cuanto a esto, exhortó: “Nosotros debemos ser hoy esa voz que grita en el desierto de nuestro mundo. Anunciamos la conversión y la preparación del camino, pero por sobre todas las cosas gritamos que todos verán la salvación de Dios”.
Por último, destaca que el Evangelio insiste en que “la salvación es para todos” y detalló que “la expresión literal en griego es más enfática todavía: ‘Toda carne verá la salvación de Dios’”.
En ese sentido, invitó a ser “inclusivos en este don de la salvación y concluyó: “Asumamos este grito y gritemos sin miedo la salvación que viene de Dios para toda la humanidad”.+