Mons. Martínez: "La esperanza cristiana reclama un compromiso fuerte"
- 24 de abril, 2019
- Posadas (Misiones) (AICA)
El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, recordó que "la esperanza cristiana reclama un fuerte compromiso personal y social, y nos lleva a ser protagonistas y responsables para que las cosas anden mejor". "Cada uno desde su propia realidad y con sus propios problemas, debe participar", alentó, y subrayó: "La frase ¡para qué meterse si esto no va a cambiar! es contraria a la esperanza cristiana".
Tras preguntar cómo repercute esta esperanza en la actitud de vida, en las cosas cotidianas, reconoció que no es fácil sostenerse en la esperanza "en un contexto marcado por una crisis de época".
"Las consecuencias de esa crisis que puede desesperanzarnos también se encuentran en búsquedas desviadas de Dios; en la multiplicación de falsas propuestas religiosas que mienten y dañan la sana religiosidad de nuestro pueblo; en el secularismo de los ?megamedios? que entran en nuestros hogares con nuestro consentimiento; o, en la multiplicidad de propuestas supersticiosas o mágicas", advirtió.
"También puede desesperanzarnos el percibir que el crecimiento económico alcanza a algunos, y otros sectores que significan grandes porcentajes de nuestra sociedad, solo sobreviven y quedan excluidos de un circuito competitivo y cruelmente exigente", agregó.
El prelado preguntó entonces: "¿Cómo se rompe el circuito de la pobreza de aquellos que sin culpa padecieron la desnutrición en la infancia, o bien el acceso a la educación o la salud?"
"A los signos de la cultura de la muerte también se suman, la fragilidad en la que viven tantos niños, adolescentes y jóvenes por contextos no incluyentes en el trabajo y educación; y por el flagelo de estructuras de corrupción como la droga que los dañan gravemente", alertó.
"Todos tendremos que sentirnos responsables de transformar estas situaciones de muerte en vida. En la Semana Santa y en el Misterio Pascual celebramos el misterio de la muerte y de la vida. Aunque haya muchos signos de muerte, tenemos la certeza de la vida, de la resurrección de Cristo. Por esta poderosa razón ¡no claudicamos en la esperanza!", exclamó.
Monseñor Martínez recordó que "la esperanza cristiana reclama un fuerte compromiso personal y social, y nos lleva a ser protagonistas y responsables para que las cosas anden mejor. Cada uno desde su propia realidad y con sus propios problemas, debe participar".
"La frase ¡para qué meterse si esto no va a cambiar! es contraria a la esperanza cristiana", aseveró.+