Mons. Martínez: 'La lámpara de la fe'

El obispo de Posadas, en su carta semanal, se centró en los misioneros que evangelizaron el territorio provincial y en la parábola de las diez vírgenes, presente en el Evangelio dominical.

El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, en su carta para el domingo 32º durante el año -a la que tituló “La lámpara de la fe”- , se explayó acerca de los misioneros y mártires que evangelizaron el territorio provincial, y también acerca de la parábola de las diez vírgenes, contenida en el Evangelio del día.

Luego de referirse a la peregrinación diocesana al santuario de Nuestra Señora de Loreto por la celebración de los Mártires de las Misiones -trasladada al sábado 25 y domingo 26 de noviembre para que no se superponga con las elecciones nacionales del fin de semana anterior-, el diocesano aludió a esos mártires y “a tantos que pusieron su corazón para inculturar el Evangelio, manteniendo encendida la lámpara de la fe”.

En ese sentido, expresó: “En nuestra provincia podemos decir que tenemos una rica historia, iniciada hace tantos siglos, y que necesitamos recuperar la memoria”. “En nuestras tierras transitaron misioneros ejemplares y santos”, agregó.

Luego de relatar extensamente, a modo de ejemplo, la vida y la labor de uno de ellos, el sacerdote jesuita Antonio Ruiz de Montoya (1585 – 1652) -nacido y fallecido en Lima, aunque sus restos descansan en el santuario de Loreto por pedido expreso de él mismo-, el obispo insistió: “Al celebrar a los Mártires de las Misiones y a tantos hombres y mujeres que se donaron por la evangelización, queremos que su testimonio nos fortalezca para hacer frente a los nuevos desafíos que tenemos que encarar en nuestra época”.

“El mismo Espíritu Santo que los animó a ellos es el que hoy nos anima también a nosotros a dar nuestras vidas, para que esta historia sea historia de Salvación”, añadió.

A continuación, el obispo posadeño se centró en el Evangelio del domingo, que narra la parábola de las diez vírgenes. Al respecto, aseveró: “Se trata de un mensaje profundo sobre la necesidad de preparar nuestro corazón para el encuentro con Dios”.

Y, en la misma línea, citó unas palabras del Papa Francisco, pronunciadas en el Ángelus del 12 de noviembre de 2017: “La lámpara es el símbolo de la fe que ilumina nuestra vida, mientras que el aceite es el símbolo de la caridad, que alimenta y hace fecunda y creíble la luz de la fe”.

Para concluir, monseñor Martínez manifestó: “Que el testimonio de los hombres y mujeres que trabajaron en la evangelización en nuestras tierras, nos anime a mantener siempre encendida la lámpara de la fe mediante el aceite de la caridad”.+