Mons. Martínez: 'La fe que nos enseña Cristo es un camino exigente'
- 27 de agosto, 2024
- Posadas (Misiones) (AICA)
El obispo de Posadas se refirió al Día del Catequista, celebrado el 21 de agosto, y reflexionó sobre "las exigencias de la fe".
El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, en su carta para el domingo 21º durante el año, aludió al Día del Catequista -celebrado el pasado 21 de agosto-, y reflexionó sobre la evangelización y "las exigencias de la fe".
En esa línea, expresó que "los catequistas son una gran fortaleza en toda la acción evangelizadora de la Iglesia y en la vida cotidiana de cada comunidad", señalando a continuación: "En relación a la catequesis y la evangelización, observamos que nuestro pueblo realmente tiene una gran religiosidad, pero esta no siempre es suficientemente cristiana y, por lo tanto, debemos buscar caminos para evangelizarla".
Luego de citar tanto el documento de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) titulado "Navega mar adentro" como el Evangelio del día (Jn 6, 60-69), para graficar que "a muchos les cuesta comprender la fe que Jesucristo nos enseña", el obispo posadeño subrayó que "todos debemos sentir la necesidad de asumir este camino de discipulado o de formación permanente".
Y, al respecto, advirtió: "La religiosidad, si no asume un camino de maduración en la fe, puede quedar anclada en meras devociones, en promesas de un mundo feliz, light, que solo son burbujas engañosas; o bien, en rituales vaciados de compromiso con la vida y con el riesgo de generar desequilibrios afectivos y psicológicos".
"La fe que nos enseña Cristo, como nos lo dice el texto bíblico de este domingo, es una enseñanza y un camino exigente", subrayó en cambio.
Después de citar nuevamente el documento de la CEA, el prelado manifestó: "La maduración en la fe nos enseña a actuar con responsabilidad con ese don de Dios y buscar caminos para formarnos, orando y asumiendo valores como la justicia, la libertad, la paz y la solidaridad".
Y recordó, finalmente: "Es importante recordar que la fe que no se encarna en la vida, termina siendo una religiosidad vacía y superficial. Lamentablemente estas formas de religiosidad terminan siendo la antesala del secularismo, o provocando la indiferencia de la fe".+